Jamás he estado de acuerdo con el sistema escolarizado de la educación porque jamás he ido a la escuela.
(Bueno, en realidad sí.) Yo asistí a kindergarden y primaria privada hasta segundo grado. Cabe mencionar que al entrar a primaria debido a que mis notas eran altas y por petición de mis padres, me promovieron de grado casi inmediatamente.
Aún así, el aburrimiento era rutinario. En casa mi papá ya me había enseñado los básicos escolares (leer, matemáticas, geografía, historia, español, etc.) lo que significó que el segundo grado me quedó corto. Todavía, buscaron una segunda promoción mis padres pero la directora no lo aprobó.
Igual me quedé.
No pasó mucho hasta que la maestra —que tenía a su cargo únicamente 10 niños contándome a mí— le pareció demasiado extenuante el trabajo de tenerme en su clase. Debido al aburrimiento me la pasaba respondiendo los libros de texto durante las horas de enseñanza y también haciendo las tareas mías y de otros compañeros que me lo pedían.
Ella mandó a llamar a mis papás y les dijo que era una niña Hiperactiva y que necesitaba me dieran calmantes.
Esa fue la última gota para mis papás y decidieron preguntarme si me gustaría seguir en la escuela.
Debido a que todos los niños lo hacían, nunca consideré la posibilidad de no ir yo... Después de pensarlo un rato decidí que no. No quería continuar ahí.
Fue entonces que me sacaron y mi educación continuó en casa, con todos los libros de texto vigentes para el año, que la Secretaria de Educación Pública hacia obligatorios en las escuelas.
—Dato: esto ocurrió en México, estado de Hidalgo. 2010—
No sé si esto fue lo que influyó a que yo sea muy buena estudiando y aprendiendo.
No sé si fue el apoyo de mis papás, su amor, reconocimiento y aprobación. O que nunca se me suprimió como a los demás niños en la escuela, por ser quien soy o tener ideas nuevas.
Pero puedo decir que fue lo mejor que me pasó.
Aprendí rápidamente en cuestión de un año o dos quizá, todos los grados de Primaria, Secundaria y primer año de Preparatoria según dictaba el sistema.
Además de ello, adquirí habilidades varias gracias a... digamos, los "extracurriculares" que me pusieron mis padres.
Enseñándome Administración de Empresas en la práctica, habilidades para Vender cualquier cosa, diseño (en Adobe Acrobat ese entonces) También, gracias a no tener que cumplir con el horario extenuante de una escolaridad sistematizada, tuve espacio para entrar a cursos de piano, guitarra, canto, dibujo, danza y natación.
Por mi cuenta estudié Inglés, Japonés, Francés, (años después) Italiano y Latín.
Hablando en cuestiones económicas, comencé a generar dinero por mi cuenta desde los 7 años, habilidad que igualmente fue creciendo y enriqueciéndose con la experiencia.
En pandemia 2020 y a la edad de 16 años yo ya generaba lo de un salario promedio con pocas horas al día al estudiar y dedicarme al Trading, todo por mi cuenta.
Después hay mucha más historias que podría contar de méritos y excelencia... pero no quiero.
Lo que quiero es que con mi breve historia puedan ver de dónde viene mi perspectiva.
A mi alrededor crecieron junto conmigo niños y niñas que SÍ asistían a la escuela y yo escuchaba sus historias de cómo los descalificaban, les silenciaban, minaban su autoestima si no cumplían con lo que se les demandaba. Incluso por decir una palabra extra a las que se pedía.
Podía notar cómo se agotaban físicamente, mentalmente y espiritualmente.
Sus horas en el día no les pertenecían. Cuándo podían comer, cuándo podían jugar y cuándo debían dormir era todo en torno a la escuela.
Cuándo podían tener vacaciones, cuándo tenían permiso de vivir.
También sus papás.
El discurso que tenían y que me daban incluso a mí era "si no estudias no tendrás papales y si no tienes papeles no podrás trabajar" ¿Pero yo quería conseguir un empleo? ¡NO!
¿Han visto a sus propios adultos que les repiten la misma historia?
Ellos tienen un trabajo.
Su tiempo tampoco les pertenece.
Sin importar el puesto, siguen sujetos a complacer al jefe y hacer lo que se le pide, sólo lo que se le pide.
Su tiempo libre depende eso, su salario, su vida entera.
Latinoamérica comparada con otros países, ES muy deficiente en cuanto a sistema educativo.
Lo que enseñan en las escuelas está escasamente actualizado, los egresados Universitarios que trabajan de lo que estudiaron son realmente pocos, la diferencia salarial entre un empleo "sin papeles" y otro "con papeles" no vale la pena y la calidad de vida tampoco.
Entiendo que en países como Alemania o Suiza el sistema sea exitoso y apoyado. (Pese a mi opinión individual.)
Pero es diferente debido a los modelos educativos a los que tiene acceso su población.
Y, la baja corrupción que puede notarse dentro de sus gobiernos.
Tan sólo Suiza tiene 26 opciones para cada estudiante. Y pueden comenzar a trabajar como Prácticas Pagadas desde los 14 años. Su esquema es dual, no sólo imparten teoría, sino que también aportan experiencia.
Es el país de mejor calidad de vida según varios rankings.
Alemania después de lo que vendría siendo Primaria, usan un examen de guía para decidir cuál será la continuación académica del niño, a partir de sus propias habilidades, desempeño y deseo en qué se quiere estudiar.
Yo no estoy en contra de la educación, yo amo aprender.
Aún en estos países estoy en contra de la imposición, de que sea obligatoria la escolarización.
Pero al menos tienen opciones y un poquito más de libertad en estos sistemas, que parecen funcionar.
Más allá de ello, la escuela está estrechamente relacionada con la Religión y eso la hace inevitablemente Dogmática. Postura que no ha cambiado a día de hoy.
Eso la vuelve discriminativa, ya que vuelve a las personas sin papeles —Diplomas, Certificados, Reconocimientos— de menos valía. Idea sostenida sólo por los mismos que propician su institución.
Mi afirmación de que la Escuela es Obsoleta, se basa en: que sí, claro. En algún momento tuvo un sentido y fue útil. Cuando eran simplemente maestros con sus discípulos, sin un intermediario extra.
El fundador de Doulingo lo dijo (sí, Duolingo, el búho verde) antes quienes querían aprender un oficio, ejemplo: Panadero. Iban a las panaderías y ofrecían su tiempo, su servicio a cambio de que el PANADERO mismo le enseñara a desempeñar tal servicio.
El Panadero aceptaba debido a que le eran útiles esas manos extra y gracias a que era SU tienda y SU responsabilidad, no dejaba a la ligera sus enseñanzas.
El nuevo aprendiz tenía que ser igual de bueno para no echar abajo su negocio.
Así funcionaba y así era mejor.
Quien quiera estudiar o aprender algo, debería tener derecho a ello.
Pero el tener Derecho no lo convierte en una Obligación.
Ese es mi punto de vista.
Material de Apoyo: "La Sociedad Desescolarizada" - Iván Illich, "Foucault y la educación: la formación de determinados (y otros posibles) sujetos, sujeciones y subjetivaciones" - José-Tomás Rodriguez-Galdames, "Educación masiva para el futuro" Luis Von Ahn
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