Yo sé que soy salvo porque mi confianza de llegar al cielo no está basada en mí, sino completamente en Jesús. La fe salvadora tiene tres aspectos clave: conocimiento, acuerdo y confianza.
Primero, el conocimiento.
Necesitas saber lo que Cristo hizo: que murió en la cruz, pagó por tus pecados y resucitó de entre los muertos. Ese es el fundamento del evangelio.
Segundo, el acuerdo.
No basta con conocer los hechos; debes creer que son verdad. Tienes que decir: "Sí, estoy de acuerdo, Jesús hizo esto por mí".
Tercero, la confianza.
Aquí es donde la fe se vuelve personal. Debes depender completamente de Jesús.
Imagina esto:
Un equilibrista cruza las Cataratas del Niágara empujando una carretilla. La multitud aplaude mientras lo logra. Luego anuncia que volverá a cruzar, pero esta vez invita a alguien a subirse a la carretilla. Todos dicen: "¡Creemos que puedes hacerlo!" Pero, ¿habría alguien que realmente confíe lo suficiente como para subirse?
Esa es la diferencia. Muchos dicen creer que Jesús murió por sus pecados, pero ¿están confiando solo en Él? ¿O secretamente dependen de sus buenas obras, su bautismo o evitar el pecado? La verdadera fe salvadora dice: "La muerte de Jesús es suficiente; Él es mi única esperanza para el cielo".
Entonces, ¿estás en la carretilla?