TRILOGÍA DE UN QUIJOTE OBSTINADO - Primera parte

No he podido vivir indiferente, tampoco he querido adaptarme a la frivolidad, y lucho por abrir los ojos a la gente, sensibilizarla, solidarizarla, dignificarla, romantificarla, enamorizarla, quijotearla, enseñarle a ser activos, comprometidos, generosos, interesados en vivir plenamente la aventura de sentirse libre de egoísmo, liberarse del temor a darse, del ansioso apego a vanidades, del miedo al que dirán. La peor ansiedad es atesorar cosas materiales, la verdadera felicidad se siente al darlas, liberarse de ellas.
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