Hay diferentes clases de miedo. La angustia de presenciar algo abominable. El pánico a perder el control de tus actos. El temor a dejar de existir. El tormento de seguir existiendo y que a nadie le importe. El horror de descubrir tu propio lado perverso. ¿Cuál es tu peor miedo?
«Alguien que canta mientras riega su jardín, no puede ser una persona mala». A partir del momento en que Úrsula hace esta reflexión, la pesadilla relatada en esta obra inicia su proceso de resolución; triunfa el Canto. Padre Gabriel Guarda, O. S. B.