Ni aunque la muerte nos separe

Un hombre se encuentra ante la soledad de haber perdido a su esposa y reniega acerca de que la muerte no puede dar fin al amor que él siente por quien fue su esposa. En un estado depresivo importante, y ante una instancia suicida, interviene el hijo, quien pretende argumentarle razones, que el padre, vez tras vez, contesta con el silencio y el vacío que significa la ausencia de la madre. Con un engaño sutil, logra que el hijo abandone el lugar, momento que él aprovechara para llevar a cabo su plan, pero surgen algunas situaciones no previstas que harán volver al hijo antes de lo previsto. En el mismo libreto hay una versión para hacerlo con un personaje "Hija" en lugar del personaje masculino.

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