Escudriñad las Escrituras
Escudriñad las Escrituras - Descargable PDF
Muchos son los temas que pueden desprenderse de diferentes textos bíblicos cuando deseamos plasmar algo aludiendo las Sagradas Escrituras, temas que de seguro son de interés para nuestras vidas y mediante los cuales pensamos en establecer una manera de vivir apreciando los principios que Adonai ha revelado en su palabra para que como hijos suyos sepamos la forma de desenvolvernos de la mejor manera, lo que sin duda nos ha servido y aún hoy aporta una serie de elementos de cooperación en lo que se refiere al conocimiento adecuado de la biblia para su explicación y empleo debidos.
A la par de esta diversidad de aplicaciones exegéticas, han fluido una enormidad de propuestas religiosas que han convertido la vida de los creyentes en un mercado teológico de propuestas, donde según la mejor oferta entonces se opta por cumplir con la faceta religiosa sin que ello traiga consigo el compromiso inherente a la vida de fe en el Mesías y su mensaje.
¿Cuántas veces no hemos oído hablar de Dios como si tratase de algo normal para nuestras vidas? O Quizá de Bautizo o Iglesia como términos que forman parte de la cristiandad sin ningún tipo de sobresalto, aunado al hecho de que se han recibido a lo largo de los siglos una gama de tradiciones eclesiásticas, que para mayor sorpresa, nunca han poseído dentro de la Biblia fundamento alguno, y la evidencia escritural se ha tildado de mera letra frente al envión humano de la religiosidad que nos ha vendido una extensa lista de conceptos e ideas que no pasan muchas de ellas de ser meras teorías filosóficas, o en otros casos, simples repeticiones generacionales dentro de la llamada “tradición de la iglesia” que nunca se han evaluado a la luz del testimonio de la Biblia para saber qué tanta verdad poseen en sí.
Lo que muchas veces sucede es que cuando se habla de revisar ciertos conceptos que se han manejado por años o inclusive siglos, entonces siempre surgen las voces que demandan menos revisión y más apego a la tradición, sin entender que mientras no haya cambios entonces las cosas en la iglesia seguirán tal cual como están, y así es difícil lograr realmente una restauración en medio del mundo de la fe, restauración profetizada y que se anunció para tiempos como los que estamos viviendo (Hechos 3:21), pero que mientras no nos comprometamos con profundizar en la palabra cada día para comprobar que estas cosas realmente eran así (Hechos 17: 11), entonces la nobleza de los creyentes estará en entredicho, debido a que no nos hemos tomado la molestia de abrir la Biblia y cerciorarnos por nuestros propios ojos de qué estamos hablando cuando nos referimos a la fe en un Ser Supremo y en su Mesías que de acuerdo con la palabra posee elementos muy claros que no podemos obviar para no caer en errores garrafales a la hora de hablar de la palabra del Eterno como si se tratase de algún libro religioso, cuando en realidad estamos ante la voz celestial del universo plasmada en letras para dar a conocer su voluntad a su creación.
Por tanto, será necesario que evaluemos detenidamente lo que el autor nos presenta en esta serie de artículos bíblicos a través de los cuales se ha propuesto con la ayuda del Señor en plasmar, con la finalidad de que todos nuestros amados lectores logren descubrir una serie de verdades escriturales que no se habían tomado en consideración hasta ahora, pero que con esta oportunidad se posee el hecho de obtener una revelación significativa de lo que en ciertas áreas de la cristiandad se manejaban como absolutismos teológicos sine qua non que hoy día con los descubrimientos más recientes de lo que significa realmente nuestra raíz hebrea de la fe, empiezan a derrumbarse y a dejar a la iglesia en un mar de preguntas sin respuestas que después de tanto tiempo de engaño y falsedad deben enfrentar responsablemente, porque ¿Dónde está la verdad acerca de la fecha del nacimiento del Mesías que parece estar sin discusión en un período donde la Biblia no aprueba en lo absoluto? ¿Fue acaso en Diciembre? ¿Cómo murió Judas quien traicionó al Señor? ¿Realmente murió ahorcado? ¿La semana santa aparece en la Biblia o la celebración realmente es Pascua? ¿Si la semana santa es la pascua bíblica, entonces por qué ambas fechas no son coincidentes?
Muchas de estas preguntas comienzan a emerger en medio del pueblo del Señor, y las respuestas no llegan de los que presiden liderazgo en medio del mismo entre sus diferentes divisiones religiosas, y esto nos lleva a la gran encrucijada de la cual no podremos escapar, y es al punto de tener que realmente dilucidar de una vez por todas, si como seguidores del Mesías y del Todopoderoso que habla la Biblia estamos siendo compatibles no con la tradición de la iglesia contemporánea, con la iglesia nacida en Roma y que posee como tradición la nefasta filosofía helénica totalmente extraña a la Biblia, sino con la tradición bíblica, la que vivieron nuestros antepasados inmediatos desde la muerte del Mesías, los apóstoles y quienes le siguieron, cuyo estilo de vida no se forjó desde el documento llamado “Nuevo Testamento” como si el Padre ha muerto para testar a sus hijos algo, sino que lo que vivieron, se desprendió de lo que previamente se había plasmado en la ley y los profetas (Hechos 24:14; 28:23), o como se le llama tendenciosamente de manera dispensacionalista “Antiguo Testamento”.
La lectura de los diferentes artículos que sirvieron de contenido para la edición de este libro, surgieron como respuestas a las interrogantes que el autor se formuló en determinados momentos de su ministerio, y que hoy llegan a sus manos para que coloque en balanza lo que se le informó de manera generacional y lo que hay que descubrir, que de seguro es mucho, según nos lo enseña la Biblia. Una recopilación de los artículos que han invitado semanalmente a los interesados a escudriñad las Escrituras de tal manera que su entendimiento de la palabra del Señor se amplíe llevándoles a una mejor comprensión de lo que conocemos como Biblia y de lo que debemos hacer como hijos más allá de simplemente reunirnos los fines de semana para desestresarnos en la recreación que invita la iglesia, o para llenar el vacío espiritual que poseemos por desconocer al Padre celestial o puede que sea un asunto de remordimiento de conciencia, en todo caso lo que realmente importa es que en la lectura de este material de diversos estudios bíblicos pueda en definitiva alcanzar la demanda imperativa del Señor: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39).
Shalom y Bendiciones.
Libro Escudriñad las Escrituras para uso virtual solamente.
111 Páginas
ISBN: 978-980-12-5056-2
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Si tienes preguntas, por favor contáctanos: gustavorivastvf@gmail.com
Muchos son los temas que pueden desprenderse de diferentes textos bíblicos cuando deseamos plasmar algo aludiendo las Sagradas Escrituras, temas que de seguro son de interés para nuestras vidas y mediante los cuales pensamos en establecer una manera de vivir apreciando los principios que Adonai ha revelado en su palabra para que como hijos suyos sepamos la forma de desenvolvernos de la mejor manera, lo que sin duda nos ha servido y aún hoy aporta una serie de elementos de cooperación en lo que se refiere al conocimiento adecuado de la biblia para su explicación y empleo debidos.
A la par de esta diversidad de aplicaciones exegéticas, han fluido una enormidad de propuestas religiosas que han convertido la vida de los creyentes en un mercado teológico de propuestas, donde según la mejor oferta entonces se opta por cumplir con la faceta religiosa sin que ello traiga consigo el compromiso inherente a la vida de fe en el Mesías y su mensaje.
¿Cuántas veces no hemos oído hablar de Dios como si tratase de algo normal para nuestras vidas? O Quizá de Bautizo o Iglesia como términos que forman parte de la cristiandad sin ningún tipo de sobresalto, aunado al hecho de que se han recibido a lo largo de los siglos una gama de tradiciones eclesiásticas, que para mayor sorpresa, nunca han poseído dentro de la Biblia fundamento alguno, y la evidencia escritural se ha tildado de mera letra frente al envión humano de la religiosidad que nos ha vendido una extensa lista de conceptos e ideas que no pasan muchas de ellas de ser meras teorías filosóficas, o en otros casos, simples repeticiones generacionales dentro de la llamada “tradición de la iglesia” que nunca se han evaluado a la luz del testimonio de la Biblia para saber qué tanta verdad poseen en sí.
Lo que muchas veces sucede es que cuando se habla de revisar ciertos conceptos que se han manejado por años o inclusive siglos, entonces siempre surgen las voces que demandan menos revisión y más apego a la tradición, sin entender que mientras no haya cambios entonces las cosas en la iglesia seguirán tal cual como están, y así es difícil lograr realmente una restauración en medio del mundo de la fe, restauración profetizada y que se anunció para tiempos como los que estamos viviendo (Hechos 3:21), pero que mientras no nos comprometamos con profundizar en la palabra cada día para comprobar que estas cosas realmente eran así (Hechos 17: 11), entonces la nobleza de los creyentes estará en entredicho, debido a que no nos hemos tomado la molestia de abrir la Biblia y cerciorarnos por nuestros propios ojos de qué estamos hablando cuando nos referimos a la fe en un Ser Supremo y en su Mesías que de acuerdo con la palabra posee elementos muy claros que no podemos obviar para no caer en errores garrafales a la hora de hablar de la palabra del Eterno como si se tratase de algún libro religioso, cuando en realidad estamos ante la voz celestial del universo plasmada en letras para dar a conocer su voluntad a su creación.
Por tanto, será necesario que evaluemos detenidamente lo que el autor nos presenta en esta serie de artículos bíblicos a través de los cuales se ha propuesto con la ayuda del Señor en plasmar, con la finalidad de que todos nuestros amados lectores logren descubrir una serie de verdades escriturales que no se habían tomado en consideración hasta ahora, pero que con esta oportunidad se posee el hecho de obtener una revelación significativa de lo que en ciertas áreas de la cristiandad se manejaban como absolutismos teológicos sine qua non que hoy día con los descubrimientos más recientes de lo que significa realmente nuestra raíz hebrea de la fe, empiezan a derrumbarse y a dejar a la iglesia en un mar de preguntas sin respuestas que después de tanto tiempo de engaño y falsedad deben enfrentar responsablemente, porque ¿Dónde está la verdad acerca de la fecha del nacimiento del Mesías que parece estar sin discusión en un período donde la Biblia no aprueba en lo absoluto? ¿Fue acaso en Diciembre? ¿Cómo murió Judas quien traicionó al Señor? ¿Realmente murió ahorcado? ¿La semana santa aparece en la Biblia o la celebración realmente es Pascua? ¿Si la semana santa es la pascua bíblica, entonces por qué ambas fechas no son coincidentes?
Muchas de estas preguntas comienzan a emerger en medio del pueblo del Señor, y las respuestas no llegan de los que presiden liderazgo en medio del mismo entre sus diferentes divisiones religiosas, y esto nos lleva a la gran encrucijada de la cual no podremos escapar, y es al punto de tener que realmente dilucidar de una vez por todas, si como seguidores del Mesías y del Todopoderoso que habla la Biblia estamos siendo compatibles no con la tradición de la iglesia contemporánea, con la iglesia nacida en Roma y que posee como tradición la nefasta filosofía helénica totalmente extraña a la Biblia, sino con la tradición bíblica, la que vivieron nuestros antepasados inmediatos desde la muerte del Mesías, los apóstoles y quienes le siguieron, cuyo estilo de vida no se forjó desde el documento llamado “Nuevo Testamento” como si el Padre ha muerto para testar a sus hijos algo, sino que lo que vivieron, se desprendió de lo que previamente se había plasmado en la ley y los profetas (Hechos 24:14; 28:23), o como se le llama tendenciosamente de manera dispensacionalista “Antiguo Testamento”.
La lectura de los diferentes artículos que sirvieron de contenido para la edición de este libro, surgieron como respuestas a las interrogantes que el autor se formuló en determinados momentos de su ministerio, y que hoy llegan a sus manos para que coloque en balanza lo que se le informó de manera generacional y lo que hay que descubrir, que de seguro es mucho, según nos lo enseña la Biblia. Una recopilación de los artículos que han invitado semanalmente a los interesados a escudriñad las Escrituras de tal manera que su entendimiento de la palabra del Señor se amplíe llevándoles a una mejor comprensión de lo que conocemos como Biblia y de lo que debemos hacer como hijos más allá de simplemente reunirnos los fines de semana para desestresarnos en la recreación que invita la iglesia, o para llenar el vacío espiritual que poseemos por desconocer al Padre celestial o puede que sea un asunto de remordimiento de conciencia, en todo caso lo que realmente importa es que en la lectura de este material de diversos estudios bíblicos pueda en definitiva alcanzar la demanda imperativa del Señor: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39).
Shalom y Bendiciones.
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ISBN: 978-980-12-5056-2
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