Mi familia, por parte de padres, tienen historias; pero no grabada en la memoria de la sociedad. Tienen muchos integrantes; pero ninguno reconocido por actos artísticos, científicos, académicos, económicos, políticos… ¿Y qué nos toca a los que no tenemos parientes con historia artística, científica, académica, económica, política… dentro de un sistema socialmente dirigido por ciertos grupos? Dar pasos sobre suelos de capas formadas de incertidumbres, donde tropezarse con algún desacierto, conlleva un gran esfuerzo para levantarse, y luego continuar…
Desde la secundaria a algunos compañeros las personas le decían, ¿tú eres hijo de “fulanito” (haciendo referencia a algún puesto o reconocimiento) ?; lo mismo en la universidad y en los trabajos (quienes tenían y tienen la ventaja del “padrino”) … pero ello, podría decir que tiene sus ventajas.
Ventajas como las que he sido y soy, mi propio constructor de mi camino, desde el desarrollo de la valentía, coraje, pasión, convicción, ideal, consciencia… y cabe indicar, que no ha resultado (ni resulta) para nada fácil; pero sí muy especial y bienaventurado.
También mi personalidad se fue (y va) puliendo de una manera más estructurada, desde una verdad socialmente diferente. Una verdad alineada con el llamado a un criterio creativo de mi ser (autenticidad), la admiración de la Naturaleza (que no ciencia manipulada) y a la magia de la bondad (Sin importar religión alguna).
Así, sin importar de dónde vengo; siento que soy mi propia historia, mi propio hoy, y mi propio mañana.
Este escrito es dedicado a todos aquellos seres que, sin echar la culpa y responsabilidad a sus ancestros, dedican el transcurrir de sus Vidas a Ser quienes desean Ser, construyéndose desde el latido de un corazón valeroso; puliéndose desde las tormentas que el camino entrega con un propósito; amándose desde la conciencia individual y colectiva de un Todo; Viviendo…
Por último, cito también una frase de mi libro EL SENSIBLE PREGUNTÓN: “Aunque al final seamos huellas efímeras sobre alguna playa del cosmos; caminemos desde la eternidad de la Belleza (…)”
Atte.:
Munúv