En pocas palabras, la disciplina creativa es el hábito de manifestar a diario tus habilidades creativas y fortalecerlas con la repetición y la mejora continua. Es más útil confiar en los hábitos y rutinas que en la fuerza de voluntad, porque esta última falla más que una escopeta de feria.
Los hábitos no fallan porque están integrados, forman parte de ti, no son una decisión que debas tomar. La decisión, en realidad, se tomó el día en que decidiste integrar ese hábito, y después se convierte en un automatismo que se activa con un desencadenante.
Por ejemplo, yo siempre visto de azul Navy. Cuando me levanto por la mañana no he de decidir nada, ya que todo mi guardarropa es azul. Ya tomé la elección hace años. Esa es la fuerza del hábito: evita inacabables decisiones o recurrir a la fuerza de voluntad.
Menos decisiones, más energía y tiempo.
Saca ventaja de esto: el secreto de la gente que ha triunfado es el trabajo disciplinado. ¿Entiendes el poder de establecer hábitos? Lo hace todo más sencillo.
Veamos algunos aspectos de la disciplina creativa:
Diseña un ambiente ideal para la creación: pon atención al lugar de trabajo. Tu entorno es un templo para tu creación artística. Diseña tu entorno y después ese entorno diseñará tu trabajo. Reorganiza el espacio para que nutra la creatividad como una herramienta más.
Descubre tu hora creativa pico. Todos tenemos un reloj biológico que nos dicta cuándo somos más eficientes, estamos más concentrados y, sí, somos más creativos. Te sugiero que rastrees tus biorritmos para entender tus ritmos naturales. Hay personas búho y personas alondra, nocturnas o mañaneras. Yo soy una alondra de manual. Me levanto a las cinco, o antes, y estoy listo en unos minutos para cualquier actividad mental y creativa. A esa hora escribo del tirón. Cuando toca desayunar ya me he ganado el jornal.
Madruga. Empieza pronto. Para mí, es una necesidad. No me obligo a levantarme con un despertador, no me hace falta. Saltar de la cama temprano es mi deseo vehemente. Me recuerda las vísperas del «día de Reyes» que amanecía con el salón de casa lleno de regalos. Casi no podía dormir por la excitación anticipada de los regalos.
Pues así sigue siendo de adulto: deseo madrugar porque deseo empezar mi jornada de «trabajo» cuanto antes, es mi regalo. Me levanto entre las cuatro y las cinco de la madrugada y trabajo en mi nuevo libro durante dos o tres horas, de un tirón. Eso te ocurrirá a ti también si trabajas en tu vocación, si construyes un sueño, si trabajas en lo que tu alma anhela hacer en este mundo.
Disciplínate para activar la creatividad. "Disciplínate para activar la creatividad" significa que es importante establecer ciertas reglas o rutinas en tu vida que te ayuden a fomentar y estimular tu creatividad. Aunque la creatividad a menudo se asocia con la espontaneidad, tener una estructura y un enfoque disciplinado puede facilitar la generación de ideas y la expresión artística. En lugar de esperar a que la inspiración llegue de forma aleatoria, al disciplinarte puedes crear un ambiente propicio para que surjan nuevas ideas.
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