Después de una desaparición de nueve meses, he vueltooo.
Más recargada que nunca, o eso espero.
Quiero hacer esta entrada lo más corta posible.
Corta y dulce.
¿Por qué?
Porque una de las razones para este hiato equivalente a la gestación de un bebé, no fue por "vagancia".
Este periodo de sequía literario tuvo que ver con la sobreexigencia, el perfeccionismo extrínseco y la autocrítica.
Y estoy cansada.
Cansada de intentar llegar a un estándar imposible para cualquier ser sintiente.
Tal vez un robot podría.
Tal vez no.
Este es un post-poema.
Un manifiesto a la libertad con la que estoy aprendiendo a habitar mi próposito de vida.
Una oda a la conexión de saber escuchar lo que mi cuerpo, mente y alma necesitan en cada momento.
Un agradecimiento a mi yo creativo por no rendirse.
Si estás leyendo esto, probablemente te identifiques.
Poco o mucho.
Pero no creo que sea una coincidencia.
Verás, yo no creo en esas.
Si estás leyendo esto es porque tu alma te pide a gritos que conectes con tu esencia única.
Porque buscas un espacio seguro donde reencontrarte contigo.
Porque estás cansada(o) de luchar contra la corriente de tu psique.
Déjame decirte que estás en el lugar correcto.
En este rinconcito virtual nos sostenemos juntas(os).
En este espacio vivimos nuestra verdad.
En este hogar nos dejamos SER.
¡Bienvenida(o) seas a esta comunidad, cariño!
Con infinito amor,
Sofi.
Comentarios ()