Carrito de la compra
Loading

Alumbramiento

A pesar de haber tenido una fecha programada para el ingreso en el hospital, cuando llegué no había cama para mí, sólo quedaba disponible la habitación de las reclusas. Como en mi país de origen esto no es algo que puedas decidir, simplemente me indicaron la habitación y la cama y luego de varias especificaciones, como el hecho de que no podría tener acompañantes, cerraron las puertas y ahí me dejaron. Una vez adentro me tocó descubrir cuáles eran las reglas que tenían las convictas, las cuales tuve que asumir en silencio, pues yo estaba alistándome para mi cesárea y ellas en su mayoría tenían poco tiempo de embarazo; lo más importante para mí era mantener limpia mi mente de todo pensamiento oscuro, estrés o temor que pudiera afectar a mi bebé. Claro que desconocía que era apenas el principio de un fuerte desafío.

 

Somos como el trigo


Antes de ser crucificado, Jesús le dijo a Pedro: “El diablo los ha pedido para zarandearlos como al trigo, yo ruego para que tu fe no falle”. El peligro de ir alcanzando nuestras metas trazadas es caer en los brazos de la pasividad. Sin darnos cuenta se va apagando la pasión y el esfuerzo por obtener el éxito en nuestros sueños, y es que mientras crecemos y maduramos espiritualmente, vamos acumulando un sinfín de enseñanzas según nuestras experiencias y luego creemos que ya estamos a la estatura del maestro, luego de tantas batallas vencidas nos sentimos plenamente santos.

Posiblemente así se sentía David luego de llegar al trono, tantas veces venciendo al enemigo y en solo un momento de ocio, el haber caído en la tentación ante la belleza de Betzabé le reveló lo lejos que estaba su postura espiritual de ese rey ungido que todo el pueblo aclamaba. El mismo Pedro era capaz de arriesgar su vida por Jesús cuando se enfrentó al soldado que perdió la oreja ante su espada y horas después su temperamento se habría desvanecido, y se halló a sí mismo infiel ante su Señor.


Lo inesperado


De vuelta a mi testimonio, era mi segunda cesárea, la primera vez no fue una linda experiencia pero todo maltrato en el hospital se quedó en un segundo plano cuando vi los ojos de mi chinito hermoso, mi primogénito, Lucas. Ya estando entre las convictas me consolaba pensar que pronto miraría los ojos de mi segundo bebé y todo mal recuerdo se esfumaría. Pero llegó el día de la cesárea y las cosas iban marchando cada vez peor, primero el equipo de oxígeno no estuvo funcionando bien durante la operación, me costaba respirar pero empecé a cantar. Me corrieron lágrimas de felicidad cuando escuché el fuerte llanto de Franco aún desde mi vientre, yo sé que estaba cantando conmigo. Me dije a mí misma, ya casi lo tengo en mis brazos y todo estará bien, pero no fue así. En dos minutos me lo quitaron, se lo llevaron de urgencia y no me dijeron qué pasaba. En el salón de recuperación donde me encontraba explotó fuertemente el aire acondicionado y entre el terror del ambiente, el calor desesperante y el dolor físico e interno de no saber qué acontecía con mi bebé me desmoroné por dentro. Así el proceso comenzó a revelar cuán débil y vulnerable estaba mi corazón.


Creciendo hacia abajo


Ante una batalla espiritual donde todo cada vez se torna peor solo tienes dos opciones, rendirte o luchar. Acomodamos nuestro estilo de vida al servicio del domingo, la oración de la mañana y un buen trabajo que nos aleje de los malos hábitos del mundo, pero nuestro propósito siempre estará dirigido a ser luz en las tinieblas, a tratar con las personas que practican el pecado, a bendecir a personas enfermas del corazón. ¿Cuál es el objetivo de un buen zarandeo si no es el hecho de ir creciendo hacia la estatura del varón perfecto? Creemos que la estatura de Cristo que menciona Pablo en la carta a los efesios es la de una vida inmaculada, intachable y ya glorificada, pero yo noto que la estatura de Cristo es la grandeza de rendir su vida en la cruz, y dar vida así a personas que merecían la muerte como paga de sus pecados, ¿de qué otra forma se puede ser glorificado? Jesús lavando los pies de sus discípulos les recordó que mayor es el que sirve. Cuando hablamos de una buena posición tendemos a imaginarnos un podio y colocar a esa persona en el lugar más alto. Pero para ser maduros Dios nos lleva a lo más bajo, nos enseña humildad.

Podría yo en mi mente sentirme más importante que cualquiera de las presas que compartieron habitación conmigo antes de la operación, pero cuando me tocaba ver a mi bebé en neonatología (segunda parte del testimonio que contaré en otro artículo), debía someterme a ciertas reglas para el ingreso, no podía opinar qué era mejor para mi bebé, no podía vestirme con lo que quisiera, no paraba de ser vigilada en todo lo que hacía, me sentí una de las reclusas y aún hoy me maravillo de la facilidad que Dios tiene para remover toda tu vida y tus perspectivas en cuestión de segundos. ¿De qué nos sirve ser transformados por la palabra si no ganamos al mundo? ¿De qué nos sirve ser luz y escondernos bajo el almud? ¿Qué sentido tiene ser santos y alejarnos de las personas que están cautivas en su pecado, pudiendo nosotros mismos mostrarles la salvación que rompa su yugo?


La estatura del varón perfecto


Cristo, varón perfecto que da la vida por quienes lo rechazan y deciden crucificarlo. Seguro que como yo conoces de cerca el dolor de la traición y el rechazo, conoces el estrés y la preocupación, el temor y la ansiedad, el ego y la vanagloria. Los procesos de nuestras vidas nos van revelando a la luz de la Biblia cada una de estas facetas escondidas en nosotros que solo pueden ser quemadas en el fuego del Espíritu Santo, ese que nos consume y nos va llevando hacia nuestro real destino. Un Pedro que no hubiese negado a su Señor, no se hubiese humillado luego ante Jesús, y no hubiese tenido el fuerte compromiso de apacentar sus ovejas. ¿De qué otra forma un simple pescador con lenguaje del burgo iba a dirigir a más de tres mil personas hacia la fe en Cristo?, y esto sería tan solo el comienzo de su ministerio.


Agradecimiento


En cuanto a Franco, Dios hizo un milagro de sanidad extraordinario en su vida; yo por mi parte, como todos los que decidimos un día hacer Su voluntad, estoy en mi proceso de aprendizaje para alcanzar la madurez espiritual que me permita rendir mi vida como Cristo. Pero si algo he aprendido de esta experiencia es que fuera de mi entorno tranquilo y amoroso, hay muchas personas necesitadas de la paz y el amor que solo Dios puede dar. Me recuerdo cada día que no puedo dejar de transmitir al menos un mensaje de aliento para que sea Dios usando mi boca, mi blog, las redes, canciones o poemas como canal de bendición, sanidad y paz para alguien más.

Antes de concluir quisiera agradecerte por leer y compartir nuestro trabajo, quiero que sepas que con KhUBA tenemos la visión de llevar la palabra de Dios a todas las personas que puedan conectar con nuestra música. Tenemos el enfoque de lograr contenido de calidad que imparta fe, pues a través del arte hemos logrado bendecir a muchos necesitados, espiritualmente y con obras que glorifican el Nombre de Jesús. Si decides apoyarnos con la adquisición de nuestro libro “Te lo regalo en versos”, queremos que sepas que agradecemos tu aporte a esta visión y tu confianza. Lector amado, estás en nuestras oraciones, ¡Dios te bendiga!


Te lo regalo en versos (ebook) por sólo 4,05 USD



Te lo regalo en versos (audiolibro) por sólo 4,95 USD



Comprar con Mercado Pago desde Argentina