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¡Heme aquí!

Hay una conversación abierta donde Dios pregunta: “¿A quién enviaré?” Hace siglos Isaías respondió: “Heme aquí, envíame a mí”. Y hoy, ¿te atreves a responder?


Isaías 6 nos revela que no hay mayor plenitud para el hombre que caminar en la voluntad de Dios.


A lo largo de mi vida, he aprendido que incluso en los momentos más difíciles, cuando atravesamos el desierto al que muchas veces Su Espíritu nos guía, la paz que trae saber que estoy en Su voluntad es incomparable. Como madre, he llegado a entender mejor la relación entre un hijo y un Padre amoroso. Aunque a veces tomo malas decisiones, sé que Su misericordia siempre está presente. Esto me permite continuar con paz, aún mientras trabajo para corregir mis errores.


Si examino mi corazón y me pregunto cuál es mi intención en lo que hago, puedo ser consciente de si estoy caminando en Su voluntad. Nuestros sueños nos conectan con nuestro propósito, y este propósito nunca está fuera de Su plan. Vivir para la gloria de Dios es el todo del hombre, como decimos en Khuba: “La única gloria del hombre es vivir para la gloria de Dios”.


La misión que Dios nos encomienda no solo tiene que ver con los perdidos o con las necesidades de este mundo. Responder a Su llamado también es un regalo para nosotros. No hay nada más gratificante para el hombre que descubrir su propósito y vivir alineado con la voluntad divina.


Cuando nos disponemos a decirle: “Heme aquí”, experimentamos una alegría que trasciende las circunstancias. Esa alegría no proviene de logros humanos, sino de saber que estamos siendo usados como instrumentos en Sus manos, cumpliendo un plan eterno que supera nuestra comprensión.


El desafío para este año:


Quiero invitarte a que este sea el año en que digas: “Heme aquí”. No dejes que el miedo o las dudas te detengan. Descubrir y vivir el propósito de Dios trae una felicidad y paz incomparables.


Reflexiona y organiza tus pasos con esta pregunta: ¿Qué puedo hacer hoy para alinearme con mi llamado? Solo depende de ti. Recuerda que hay mucho por hacer y poco tiempo para hacerlo. Atrévete a dar un paso de fe y sigue descubriendo las cosas nuevas que Dios ha trazado para que camines en tu propósito.



Bendecido 2025!!


Este artículo fue inspirado en el programa "Veremos la bondad de Dios" del día 6 de enero del 2025.

Para ver el programa toca el siguiente enlace:


Veremos la Bondad de Dios