La noticia de un terrible asesinato tan cerca de mi casa fue estremecedora. Aún sin conocer a las personas involucradas en el hecho, de alguna manera uno lo siente tan cerca que te lleva a meditar en tu condición espiritual.
En aquel entonces residía en un barrio tranquilo, de repente se difunde la noticia, un joven fue asesinado por un vecino de su edificio.
El agresor inventa alguna excusa para que el joven entre a su domicilio y una vez adentro lo apuñaló, luego escondió su cadáver hasta que pasara el camión que retira la basura y de alguna manera se las ingenió para ser ayudado con un bulto de deshechos que cubría el cadáver. Fue un escándalo porque cuando la familia se enteró del hecho y todas las pruebas habían dejado al homicida al descubierto, aún no encontraban el cuerpo del chico por el que la madre rogaba para al menos darle un funeral honorable.
Todo este asunto despertó el sentido de misericordia en mí como madre, imaginar el dolor tan fuerte de su familia; pero esto fue como las primeras gotas de todo un aguacero de pensamientos que avasallaron mi mente, no paraba de reflexionar en las diferentes perspectivas.Todos especulaban que la condena merecida era el fusilamiento. No se por qué de repente en los alrededores comenzaron a pedir sangre por sangre, ¿será que al final no somos tan diferentes?
No pretendo justificar la falta de nadie, solo que la Biblia me aclara que lo que suceda en mi corazón es un hecho. Mi pastor siempre dice que somos como la pasta dental, solo necesitamos que nos aprieten un poco para que salga lo que tenemos dentro. Todos hemos matado a alguien alguna vez, te convertiste en el asesino de aquel que odias con todas tus fuerzas y te rehusas a perdonarlo, al menos hasta que recibes un perdón inmerecido por tus errores y la deuda te lleva a hacer lo mismo con los que te lastimaron.
Esta es la historia oculta de Misericordia, una de nuestras canciones del álbum Del Corazón. Es un llamado a la conciencia por la mala costumbre de apresurarnos a vestirnos de jueces para condenar la actitud de alguien más, olvidando que a diario debemos enfrentarnos a conflictos más sencillos y menos conocidos, y muy pocas veces aprendemos la lección sin antes cometer el error.
Te recomiendo ver los videos de las dos versiones. En la versión original usamos la técnica parallax que nos ayudaría a mostrar las comparaciones de diferentes actitudes, llevando al espectador a introducirse a fondo en el análisis de la letra de la canción.
La segunda versión fue una colaboración con el trío cubano Sendas de paz, combinamos algunas escenas en blanco y negro y en cámara lenta con algunas tomas aleatorias, efectos que provocan el mismo deseo de tratar de descifrar lo que se está escuchando.
Acá les dejo para que puedas escuchar y agregarla a tus playlist en Spotify:
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