El principio alfabético en el aprendizaje de un idioma en un adulto que aprende a hablar como los bebés

El principio alfabético es la comprensión de que las letras representan sonidos y es fundamental para la lectura y la escritura. A diferencia de un bebé, el adulto ya tiene la capacidad cognitiva para entender y aplicar este principio, lo cual facilitará enormemente su aprendizaje de la lectoescritura en el nuevo idioma.

Si un adulto aprende un idioma adoptando un enfoque "como un bebé", es decir, centrándose inicialmente exclusivamente en la escucha y la producción oral (balbuceo, imitación, palabras sueltas, frases simples) sin contacto con la forma escrita del idioma, entonces:

1. En la fase inicial (solo oral/auditiva): El principio alfabético NO juega un papel directo. Al igual que un bebé, el adulto estaría aprendiendo a asociar secuencias de sonidos con significados, a reconocer patrones rítmicos y de entonación, y a ejercitar los músculos del habla para producir esos sonidos. Esta etapa se basa puramente en la experiencia sensorial (oído) y la imitación, no en la decodificación de símbolos escritos.
2. Cuando se introduce la lectoescritura: En el momento en que el adulto, después de haber desarrollado cierta habilidad oral, empieza a aprender a leer y escribir en el nuevo idioma, el principio alfabético se vuelve CRUCIAL. Es la herramienta que le permitirá conectar los sonidos que ya conoce (del habla) con los símbolos escritos (letras y combinaciones de letras) que los representan.

Aunque el adulto imite el enfoque oral inicial de un bebé, tiene una ventaja cognitiva enorme: ya comprende el concepto del principio alfabético (si su idioma nativo usa un sistema alfabético). En cambio un bebé tiene que descubrir gradualmente que las letras representan sonidos. Un adulto ya sabe esto y simplemente necesita aprender qué letras representan qué sonidos específicos en el nuevo idioma y cómo se combinan.

Por lo tanto, si el aprendizaje comienza "como un bebé" (solo oral), el adulto incorporará la lectura y la escritura muy muy pronto (en comparación con un bebé que tarda años) y aprovechará su comprensión previa del principio alfabético para acelerar el proceso de alfabetización en el nuevo idioma.

Si bien el principio alfabético no se usa en la etapa puramente oral/auditiva del aprendizaje de un adulto (la parte "como un bebé"), éste se convierte en una herramienta esencial y poderosa en cuanto el adulto comienza a interactuar con la forma escrita del idioma, a diferencia de un bebé que aún no ha desarrollado esa capacidad cognitiva.

Esta es una característica fundamental en el aprendizaje de un idioma, cuando el enfoque del adulto intenta emular el proceso natural del bebé. Por eso mi metodología tiene sus fundamentos en "el Principio Alfabético", entre otros.