La gratitud tiene un gran impacto en nuestro bienestar emocional, agradecer lo que tenemos o algo que nos ha pasado durante el día es renovador, no solo estamos reconociendo lo bueno en nuestra vida, sino que también estamos cambiando la manera en la que nuestro cerebro responde a los desafíos cotidianos, a las situaciones que nos encontramos. Es como si la gratitud nos ayudara a ponernos gafas, a través de las cuales vemos todo con claridad, paz y optimismo, somos conscientes de nuestros retos pero también de todo lo hermoso que tenemos.
La gratitud es una práctica que transforma nuestra vida desde adentro, desde nuestros pensamientos porque no se trata de negar los desafíos o dificultades por las que estemos pasando, sino de reconocer que incluso en medio de ellos hay cosas por las que podemos sentirnos afortunados.
No hace falta que todo sea perfecto para practicar la gratitud. De hecho, es en los momentos más sencillos donde más impacto puede tener, puedes empezar con algo tan simple como agradecer por el café que te tomas en la mañana, por esa conversación con un amigo o por el cielo azul en un día cualquiera. Con el tiempo, notarás cómo estos pequeños momentos de gratitud van sumando, hasta cambiar por completo la forma en la que te sientes y enfrentas la vida.
Cuando pasamos por momentos difíciles, es natural centrarnos en lo que nos falta, en lo que no va bien sin embargo, al hacer un esfuerzo consciente por agradecer algo de nuestro entorno, empezamos a reprogramar nuestra mente para enfocarnos en lo que tenemos, en lugar de lo que nos falta, este simple cambio de perspectiva puede ser muy poderoso, porque estamos cultivando una relación más sana con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
En lugar de sentirnos atrapados en las dificultades, comenzamos a notar las cosas buenas a nuestro al rededor, que siempre han estado allí, si, hacemos de la gratitud una parte de nuestra vida diaria, comenzamos a ver el mundo con nuevos ojos con más aprecio, más paz y más alegría, nos conecta con nuestro interior y con el exterior, estamos en presente.
Lo más hermoso de la gratitud es que cuanto más la practicas, más razones encuentras para agradecer. Al expresar agradecimiento por lo que tenemos, generamos una energía positiva que atrae más cosas buenas a nuestras vidas. La gratitud es un ciclo, y cuanto más lo alimentamos, más plenitud experimentamos.
Así que hoy, tómate un momento para agradecer. Haz una pausa y observa cuántas cosas buenas hay a tu alrededor. Al hacerlo, estarás sembrando las semillas para una vida más plena.