Nomádica 122 Rescate de fauna silvestre

Por desgracia nuestras ciudades son trazadas para erradicar a la naturaleza y a los seres vivos silvestres que en ella habitan, alejarla lo más posible a pesar de que se generan islas de calor donde las temperaturas se incrementan considerablemente y obligan al ciudadano a gastar más dinero para obtener agua y regular el clima.
                Esta tendencia constructiva de ciudades y destructiva de la naturaleza, borra también toda huella de la fauna silvestre, la que siendo nativa de los espacios abiertos, ahora se convierte en intrusa de los espacios cerrados.
                Los habitantes de las urbes protegen su hábitat con recelo y utilizan venenos, trampas y armas para exterminar aquel insecto, animal e incluso planta que ose invadir la casa y el jardín. El nivel de rechazo contra los ejemplares de la naturaleza se manifiesta en agresiones sorprendentes como la matanza del osezno de Castaños, al norte de Coahuila, a manos de la población; o la tala de longevos árboles justificada porque “generan basura” que los vecinos tienen que barrer.
                Esta actitud ofensiva contra el entorno ha generado por otra parte la acción de unos cuantos para salvar a los ejemplares de los reinos animal y vegetal. Personas que comenzaron solos a defender a la fauna silvestre que se halla desorientada en las ciudades, han encontrado a sus pares para fortalecer las acciones de rescate. En esta edición de Nomádica, contamos esta historia.