Cuerpo a Tierra
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El servicio militar obligatorio fue la instrucción militar que debían cumplir los hombres de entre los dieciocho y veintiún años de edad en la Argentina; estuvo activo desde 1901 hasta 1994. Se la denominaba popularmente «colimba».
La palabra «colimba», derivaría de las primeras sílabas de las palabras «Corra, limpie y barra», en alusión a que eran las principales ocupaciones de los soldados: correr, limpiar y barrer, durante el día. Esto para significar lo poco profesional que era la formación de los jóvenes, pues fueron usados para tareas domésticas, más que para una adecuada formación militar. Estos solían ayudar, además, en las labores de mantenimiento y como chóferes de los oficiales.
El objetivo del proyecto original era difundir la idea de ciudadanía y de igualdad ante la ley y alfabetizar e integrar a los hijos de inmigrantes, además de aumentar el patriotismo en varones provenientes de diversas clases sociales y rincones del país.
Este libro intenta dar un pantallazo en primera persona, de las características de este servicio brindado a la patria por parte de los conscriptos, haciendo alusión directa a las experiencias en los cuarteles vividas por el propio autor de esta obra, el que vistió el traje de fajina y su uniforme de soldado, portando además, un pesado fusil, que en dieciséis meses de colimba por suerte nunca logró disparar.
La palabra «colimba», derivaría de las primeras sílabas de las palabras «Corra, limpie y barra», en alusión a que eran las principales ocupaciones de los soldados: correr, limpiar y barrer, durante el día. Esto para significar lo poco profesional que era la formación de los jóvenes, pues fueron usados para tareas domésticas, más que para una adecuada formación militar. Estos solían ayudar, además, en las labores de mantenimiento y como chóferes de los oficiales.
El objetivo del proyecto original era difundir la idea de ciudadanía y de igualdad ante la ley y alfabetizar e integrar a los hijos de inmigrantes, además de aumentar el patriotismo en varones provenientes de diversas clases sociales y rincones del país.
Este libro intenta dar un pantallazo en primera persona, de las características de este servicio brindado a la patria por parte de los conscriptos, haciendo alusión directa a las experiencias en los cuarteles vividas por el propio autor de esta obra, el que vistió el traje de fajina y su uniforme de soldado, portando además, un pesado fusil, que en dieciséis meses de colimba por suerte nunca logró disparar.