Se alza la luz sobre el valle dormido
La historia de un pueblo que volvió a creer.
Esta es “DIOS BENDICE A EL SALVADOR”, una canción épica y emotiva inspirada en la obra y el liderazgo de Nayib Bukele, el presidente que cambió el rumbo de su nación con fe, justicia y amor por su pueblo.
Desde las montañas hasta las escuelas, el alma de El Salvador vuelve a brillar con fuerza.
Un himno que une a los corazones, que recuerda que un gobierno que cuida de sus niños es un gobierno que guía a un pueblo próspero.
“Se alza la luz sobre el valle dormido”
Se alza la luz sobre el valle dormido,
despierta el canto del trabajador.
Una madre abraza a su niño,
y el cielo susurra: “hay protección”.
Ya no hay miedo en las calles,
ni promesas que mueran al sol.
Hay un líder que cumple su palabra,
y un pueblo que canta con amor.
Dios del cielo, tú que reinas en todo,
tú que ves sin juzgar el dolor,
haz que el hombre gobierne con alma,
y que reine la fe y la razón.
Tú pusiste tu mano en la historia,
y un nombre volvió a brillar:
Nayib Bukele, tu siervo valiente,
que al pueblo supo cuidar.
El patriota no teme a la noche,
ni al fuego ni al qué dirán.
Camina firme, trabaja y lucha,
por su tierra, su hogar, su paz.
Y cuando el mundo lo mira con duda,
responde con obras y verdad.
Porque un gobierno que cuida a sus niños
construye un futuro real.
Hoy los libros vuelven a abrirse,
los sueños regresan al mar.
La justicia camina de frente,
y la patria empieza a sanar.
Cuando el amor guía al poder,
la historia se escribe en paz.
Y el pueblo canta agradecido:
“Dios contigo, Salvador.”
“BUKELE, GUÍA DEL PUEBLO,
DIOS TE LLAMÓ PARA ILUMINAR.
CON LOS NIÑOS EN TUS MANOS,
EL SALVADOR VUELVE A BRILLAR.”
Hoy las voces resuenan unidas,
las banderas vuelven a andar.
Los templos se llenan de canto,
y el futuro empieza a brotar.
Ya no hay sombra que apague la vida,
ni mentira que pueda engañar.
Porque el pueblo halló su camino,
y a su líder que sabe amar.
Dios bendice a El Salvador,
bendice a su fe sin final.
Y en los ojos de cada niño
brilla la promesa del bien y la paz.