La princesa egipica
La princesa egipcia
Llevo años sabiendo que alguien me quiere muerta.
Empezó como una sensación, silenciosa, fría, como el viento que se cuela por una cámara sellada. Me despertaba con el corazón latiéndome a mil, segura de que alguien me había estado observando. Los sirvientes evitan mirarme. Mi hermana evita mirarme. Susurros en los pasillos que se detenían en cuanto yo aparecía.
Al principio pensé que me lo imaginaba. El miedo de una niña. Pero ahora tengo quince años, y las señales son más fuertes. Más claras. Más deliberadas.
Esto no es paranoia.
Soy Sitmun, hija del faraón, heredera del trono de Kemet. Un día gobernaré, a menos que alguien me quite esa oportunidad antes. Y últimamente he empezado a sospechar que el peligro no viene de extraños... sino de alguien cercano.
Alguien que conoce el palacio tan bien como yo.
Alguien que sonríe a plena luz del día... y conspira en la oscuridad.
Alguien como mi hermana. Isis.
¿Pero por qué?
¿Y cuánto tiempo me queda antes de que vuelvan a atacar?
Alguien me quiere muerta. Lo siento en los muros, en las miradas, en el silencio cuando entro en una habitación. Mi hermana no me mira a los ojos. Soy Sitmun, heredera del trono de Kemet. Antes lo llamaba miedo. Ahora lo llamo verdad. Este peligro no viene de extraños... viene de alguien cercano. Alguien como Isis. ¿Pero por qué? ¿Y cuánto tiempo antes de que ataquen?