Carrito de la compra
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EL AYUNO

Se vuelca la energía en la sagrada montaña,

el medio dia,

meditar en el don de la maña,

alejando la tristeza con cada calada.


El sol ilumina,

el tiempo no existe,

el sentido se reivindica,

la naturaleza resiste.


La pobreza solo en los bolsillos

en la mente fortuna,

ser el primer hombre sentado en el bordillo

que no requiere riqueza alguna.


Los vagabundos de mochilas ligeras,

esos tipos invaden el mundo,

que se agregan

y que atinan los tugurios.


Y si existe duda,

les dejo una letra que ya invade

lo que requiere la portentosa locura:

“Mire mi alrededor como si fuera un pájaro,

me senté a descansar como si fuera verano,

encendí mi cigarro como si fuera un vagabundo,

y me sentí libre, como si fuera un naufrago,

hable conmigo mismo como si fuera un rey,

cerré fuerte mis ojos como si fuera un sueño,

y seguí mi camino como si fuera el último.


Regresé a mi casa y escribí un libro…