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Animal, montaña y cabra

5 bloqueos comunes al hablar (y cómo soltarlos)

Amigas y amigos Titánicos, hablar en voz alta, frente a otros, con claridad y seguridad… suena simple, pero para muchas personas no lo es. La expresión oral puede estar atravesada por bloqueos que frenan nuestra capacidad de comunicarnos con fluidez. Algunos son visibles (tartamudeo, tono bajo, titubeos), otros más internos (nervios, vacío mental, inseguridad). La buena noticia: todos estos bloqueos pueden trabajarse. A continuación, te comparto cinco obstáculos comunes al hablar y propuestas sencillas para empezar a soltarlos.


1. Miedo escénico

¿Qué es?

Ese temblor en la voz, sudor en las manos o mente en blanco al estar frente a un público, grande o pequeño. El miedo escénico es una reacción del cuerpo a una situación percibida como amenaza (aunque racionalmente sepamos que no lo es).


Propuesta para soltarlo

Haz del cuerpo tu aliado. Antes de hablar, camina un poco, sacude las manos, respira profundamente por la nariz y exhala largo por la boca. Practica pequeñas exposiciones en entornos seguros (leer en voz alta frente a amigos, participar en reuniones) para que el cuerpo se habitúe y asocie la experiencia a algo manejable.


2. Autocrítica constante

¿Qué es?

Esa vocecita interna que dice: “No tiene sentido lo que estás diciendo”, “Vas a equivocarte”, “No eres bueno en esto”. Una autovigilancia que sabotea desde adentro y nos hace hablar con dudas, o directamente callar.


Propuesta para soltarlo

Cambia la pregunta. En vez de “¿Lo estoy haciendo bien?”, intenta: “¿Estoy conectando con lo que digo?”. Graba una nota de voz expresando una idea simple y escúchala con atención amable. Practica hablar sin corregirte en tiempo real, como un ejercicio de confianza.


3. Pensar más rápido de lo que se habla

¿Qué es?

Tener la cabeza llena de ideas y que la boca no pueda seguir el ritmo. Resultado: frases truncas, olvidos, sensación de caos o apuro.


Propuesta para soltarlo

Baja la velocidad. Practica el arte de las pausas. Habla más despacio, incluso si al principio se siente artificial. Puedes entrenarlo leyendo en voz alta con pausas marcadas entre frases, o explicando algo simple con el foco puesto en la calma, no en la perfección.


4. Vergüenza del acento o la voz

¿Qué es?

Sentir que “tu manera de hablar” no es válida. Puede deberse a un acento regional, una voz que no se ajusta a ciertos estándares o comentarios recibidos en la infancia o en entornos educativos.


Propuesta para soltarlo

Reescribe la narrativa. Graba tu voz y escucha lo que sí transmite: ¿calidez?, ¿claridad?, ¿energía?, ¿ritmo? Busca referentes que hablen como tú (en redes, podcasts, medios) y observa cómo su voz también comunica identidad. Tu voz no necesita “corregirse”, sino expresarse desde la aceptación.


5. Falta de escucha previa

¿Qué es?

Hablar sin haber escuchado: al otro, al entorno o incluso a uno mismo. Esto genera respuestas mecánicas, desconectadas o apuradas. A veces, la falta de escucha también es con nuestra respiración o emociones.


Propuesta para soltarlo

Ejercita la escucha activa. Antes de hablar, toma una pausa. Escucha lo que está pasando afuera y adentro. En conversaciones, repite en tu mente lo que el otro acaba de decir. Esa atención crea anclaje y te permite responder con presencia, no con impulso.


Para cerrar

Hablar es algo más que pronunciar palabras. Es una práctica viva que involucra cuerpo, mente y emoción. Los bloqueos al expresarnos no son defectos: son señales de algo que necesita cuidado, paciencia y práctica. Con atención y pequeñas acciones cotidianas, es posible transformar el miedo en presencia, la vergüenza en identidad y la duda en confianza. Tu voz merece espacio.



Pingüino rayado azul y blanco, pájaro amarillo con gorrito, y gato marrón con pijama rayado blanco y rojo

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