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Corazón, flores y dibujo a mano

Aprendiendo a aceptar nuestro yo completo

Hola, holita, familia Titánica, cómo estáis. Hoy nos metemos de lleno en reflexiones sobre el ser. Y es que ser uno mismo implica abrazar tanto lo luminoso como lo sombrío que hay en nosotros, es decir, ser uno mismo, para lo bueno y lo no tan bueno. Esto lo ilustra a la perfección Chandler Bing en Friends, cuando le explica a Mónica que, para él, esos primeros momentos en una relación no son para nada deseables. Mientras algunos disfrutan la novedad de una relación, Chandler solo recuerda la ansiedad y el pánico que le generan esas "primeras veces".


Por eso, es tan importante aceptar lo que somos sin la presión de encajar o idealizar cada aspecto de nosotros. A veces no se trata de cambiar, sino de tener una relación o entorno donde puedas ser auténtico, sin miedo a mostrarte tal cual eres.


Aprender a mostrarnos como somos

Las relaciones —con otros y con nosotros mismos— pueden parecer más fáciles si mostramos solo nuestras mejores facetas. Pero, a largo plazo, esto no genera la conexión profunda y genuina que necesitamos. Ser uno mismo significa mostrarse con las pequeñas incomodidades, inseguridades y dudas, así como con las cosas que nos hacen brillar. Chandler encuentra esta libertad con Mónica, quien lo acepta con sus peculiaridades, inseguridades y su humor incómodo. Con ella, puede mostrar su lado tierno y también su lado sarcástico.


No idealizar la autenticidad: no siempre es fácil ser “auténtico”

A menudo nos resulta complicado ser nosotros mismos en ciertos espacios porque tenemos miedo a la desaprobación. Aprobar nuestras propias imperfecciones y nerviosismos es un gran paso para conectar de verdad con quienes nos rodean, pero, sobre todo, con nosotros mismos. Es también admitir que ser uno mismo a veces viene con incomodidades, como ocurre en una nueva relación cuando queremos dar lo mejor de nosotros.


Esto no significa que no tengamos áreas en las que podamos mejorar. Parte de ser uno mismo implica reconocer las cosas que podrían cambiar para hacernos sentir más plenos, pero esa mejora es interna, no una presión externa para aparentar. Ser uno mismo, con nuestros pros y contras, implica entender que la autenticidad también incluye crecer en aquello que deseamos mejorar.


La aceptación de nuestros aspectos no tan “lindos”

Todos tenemos facetas que preferimos no mostrar a otros, momentos en que nuestra ansiedad, torpeza o inseguridad afloran. Sin embargo, cuando reconocemos estos aspectos y encontramos personas que nos aceptan en todas nuestras versiones, descubrimos la libertad de vivir sin una máscara. Al ser uno mismo, reconocemos que podemos cometer errores, aprender y mejorar sin tener que ocultar lo que nos hace sentir vulnerables.


Chandler muestra que ser uno mismo no significa tener que gustarle a todos o evitar lo incómodo, sino encontrar espacios y personas donde no temamos mostrarnos. Aunque a veces pueda ser complicado —por las inseguridades, por la presión social, o simplemente porque tenemos días malos—, vale la pena aprender a querernos en todas nuestras dimensiones. Ser uno mismo es un viaje de aceptación y libertad, que no siempre es perfecto, pero lo que está claro es que siempre nos hace sentir completos y genuinos.


P.D.: aquí va un himno a la autenticidad y al valor de mostrarnos como realmente somos.



Pingüino rayado azul y blanco, pájaro amarillo con gorrito, y gato marrón con pijama rayado blanco y rojo

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