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Dibujo en azul y amarillo de tenista-movimieto-acción

Cuando haces cosas, pasan cosas

Amiga Titánica, ¿te has dado cuenta de que, cuando empiezas a moverte, el mundo también parece moverse a tu favor? Este concepto sencillo pero poderoso podría resumirse en una frase: “Cuando haces cosas, pasan cosas”. La vida no defrauda a aquellos que se animan a dar el primer paso, y todo, desde las amistades hasta las oportunidades de trabajo, las citas o las ventas, depende de un principio fundamental: si no lo intentas, nunca lo conseguirás.


Tomar la iniciativa: el principio de la acción

Es fácil quedarse en el terreno de la teoría, pensando en todo lo que podríamos hacer o en lo que queremos que pase. Sin embargo, la diferencia entre quienes logran sus metas y quienes no lo hacen radica en un paso decisivo: la acción. No puedes hacer amigos si no conoces gente. No puedes tener citas si no invitas a alguien a salir. No puedes vender si no pides a los demás que compren.

Aunque esto parece obvio, muchas veces nos quedamos paralizados por el miedo al rechazo, al fracaso o incluso al juicio ajeno. Pero la verdad es que nada cambiará si no damos ese paso.


Rompiendo el mito del carisma

En el ámbito de las ventas y la persuasión, existe una creencia popular: los mejores vendedores son conversadores carismáticos, aquellos que pueden encantar a cualquiera con sus palabras. Sin embargo, esto es solo un mito. La verdadera influencia no se basa tanto en lo que decimos, sino en lo bien que comprendemos la perspectiva de la otra persona. Aquí es donde entra en juego el poder de la escucha activa.


Pedir es solo la mitad del proceso; la otra mitad, quizás la más importante, es escuchar lo que la otra persona tiene que decir. De hecho, los mejores vendedores y negociadores son aquellos que dedican más tiempo a escuchar que a hablar. La influencia y la persuasión efectiva provienen de tener una comprensión profunda de las necesidades, deseos y preocupaciones de los demás.


Escuchar es clave

Cuando nos lanzamos a la acción y pedimos algo, ya sea una cita, una amistad o una venta, es crucial estar abiertos a lo que la otra persona nos devuelva. Escuchar no solo te da la ventaja de conocer mejor a los demás, sino que también genera confianza. Demuestra que no estás solo preocupado por tu propio objetivo, sino que realmente te importa lo que la otra persona piensa y siente.


Así, la acción y la escucha se convierten en una danza. Preguntas, propones, actúas, pero también prestas atención. Este equilibrio te acerca mucho más al éxito que hablar sin parar o insistir sin detenerte a ver si lo que ofreces realmente tiene sentido para la otra persona.


La vida premia a los que actúan

Muchas veces pensamos que las oportunidades llegarán por sí solas, pero lo cierto es que la vida premia a quienes se atreven a actuar. No importa si tus primeras invitaciones a salir son rechazadas, si los primeros intentos de hacer nuevos amigos no salen como esperabas, o si las primeras ventas no se concretan. Lo importante es estar en movimiento, porque cada acción es una oportunidad para aprender y mejorar.


Tomar la iniciativa no solo abre puertas; también cambia tu manera de ver el mundo. Cuando comienzas a actuar, incluso en pequeñas cosas, descubres que las oportunidades no son tan inalcanzables como pensabas. Lo que parecía imposible o lejano se vuelve alcanzable.


El poder de pedir

No podemos esperar que los demás lean nuestra mente o adivinen lo que queremos. Muchas veces, nos sentimos frustrados porque no recibimos lo que necesitamos, ya sea en el ámbito personal o profesional. Pero la pregunta es: ¿hemos pedido?. Para recibir, primero debemos aprender a pedir.


Pedir requiere valentía, pero también es un acto liberador. Cuando expresamos nuestras necesidades o deseos, dejamos de cargar con expectativas silenciosas que pueden generar frustración. Además, pedir nos conecta con los demás y nos abre a posibilidades que nunca habríamos imaginado.


Calidad sobre cantidad: no se trata de actuar sin sentido

Actuar es esencial, pero no se trata de hacer por hacer. La clave está en actuar con intención, en asegurarse de que cada paso que damos esté alineado con nuestras metas y valores. No es necesario abarrotarse de compromisos o hacer mil cosas a la vez. A veces, menos es más, y lo importante es saber qué acciones son las más efectivas para llegar a donde queremos estar.


El equilibrio entre la cantidad y la calidad de nuestras acciones es fundamental. Por ejemplo, en el ámbito de las relaciones personales o profesionales, no se trata de conocer a cientos de personas, sino de cultivar conexiones significativas. En las ventas, no se trata de insistir hasta el agotamiento, sino de entender qué es lo que realmente puede ayudar a tu cliente.


La vida es una conversación: hazte escuchar y escucha

Si tomamos la vida como una conversación constante, entonces es crucial que aprendas tanto a expresarte como a escuchar. Cuando haces cosas, cuando pides, cuando te lanzas a la acción, inicias esa conversación. Y cuando escuchas, recibes la respuesta que te permitirá ajustar tu rumbo, afinar tus objetivos y seguir avanzando.


Cada paso que das en la vida, cada cosa que haces, lleva consigo la posibilidad de cambio. Pero si no das ese paso, nunca sabrás lo que podría haber sucedido. La vida no defrauda, siempre responde a la acción. Solo tenemos que estar dispuestos a movernos y escuchar lo que tiene para decirnos.


Conclusión: la magia está en actuar

La próxima vez que sientas que estás atascado o que las oportunidades no están llegando, recuerda: cuando haces cosas, pasan cosas. La vida es un campo lleno de posibilidades esperando a ser exploradas. Pero solo se revelarán si tienes el coraje de actuar. Así que, da el primer paso, pide, escucha y sigue avanzando. No importa lo grande o pequeño que sea el resultado; lo importante es que estarás creando movimiento, y de ahí, surgirán nuevas oportunidades que te acercarán más a tus sueños.



Dibujos animados caminando. Pingüino rayado azul y blanco, pájaro amarillo con gorrito, y gato marrón con pijama rayado blanco y rojo

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