Carrito de la compra
Loading
Planeta Tierra, espacio y línea arte-crisis climática

Cuento "Un viaje por el planeta herido"

Había una vez un pequeño grupo de amigos, seres curiosos y amantes de la naturaleza, que se embarcaron en una aventura para descubrir los secretos del planeta. Ellos sabían que el mundo estaba cambiando, y su misión era entender cómo y por qué. La líder de la expedición, una joven llamada Angie, siempre decía que lo importante no eran las cosas que acumulábamos, sino las experiencias que vivíamos. Y con esa filosofía, comenzaron su travesía.


El primer lugar que visitaron fue un frondoso bosque, donde el aire era fresco y las hojas crujían bajo sus pies. Sin embargo, el guardián del bosque, un viejo árbol sabio, les advirtió: “El planeta ha subido 1,10ºC en solo 50 años. Eso puede parecer poco, pero ha cambiado todo. Los animales y las plantas aquí luchan por adaptarse, y muchos no lo están logrando. La Tierra está calentándose más rápido de lo que pensábamos.”


Los amigos se quedaron en silencio, pensando en las palabras del árbol, y pronto sintieron la gravedad de su misión. Siguieron caminando hasta que encontraron un pequeño arroyo, donde un pez brillante saltaba fuera del agua. “Mis amigos, más de un millón de especies como yo estamos en peligro. En los últimos 50 años, la mitad de los ecosistemas naturales se han destruido. Mi hogar está desapareciendo”, les explicó el pez antes de sumergirse nuevamente en el agua.


Los viajeros se dieron cuenta de que no solo los animales estaban sufriendo. Al cruzar una vasta llanura, vieron grandes chimeneas que expulsaban humo negro al cielo. “El carbón es el más contaminante de todos los combustibles fósiles”, dijo un cuervo que volaba cerca de las fábricas. “Y aunque ya sabemos lo dañino que es, el 15% de la energía en Europa todavía proviene de carbón. Debemos cambiar esto si queremos tener un futuro.”


La expedición continuó hasta una ciudad donde la gente corría a refugiarse bajo la lluvia. Pero no era una simple lluvia. “El 87% de los desastres naturales que hemos vivido en la última década están relacionados con el clima”, explicó un anciano que les ofreció abrigo. “Inundaciones, huracanes, sequías… todo está conectado con el calentamiento global.”


Caminando por el campo, llegaron a una montaña desde donde se podía ver un vasto desierto al horizonte. “La deforestación es un enemigo silencioso”, les explicó un águila que sobrevolaba el desierto. “Cada árbol que se corta libera dióxido de carbono y contribuye al cambio climático. Y lo peor es que no solo afecta al clima, también pone en riesgo la biodiversidad y la capacidad del suelo para retener agua.”


Más adelante, en una gran ciudad envuelta en una densa nube de humo, conocieron a un doctor que les contó algo alarmante: “Cada año, 8,8 millones de personas mueren por la contaminación del aire. Las partículas que emiten los vehículos y las fábricas se infiltran en nuestros pulmones y corazones, causándonos enfermedades fatales.”


Tras muchos días de viaje, los amigos llegaron a la orilla del mar. Las olas golpeaban con fuerza, y un delfín les saludó desde la distancia. “El nivel del mar sigue subiendo”, les dijo el delfín con preocupación. “Para finales de siglo, podría subir hasta 98 centímetros. Algunas ciudades costeras ya están en peligro, y muchas personas podrían perder sus hogares.”


El grupo siguió su travesía hasta llegar a un lugar que parecía sacado de otro mundo: un vasto campo seco y agrietado. “Este era un valle fértil hace muchos años”, les explicó un campesino. “Pero ahora, el 74% del territorio de mi país está en riesgo de convertirse en desierto. Si no hacemos algo pronto, toda esta tierra morirá.”


Mientras cruzaban ríos, montañas y ciudades, se dieron cuenta de algo más: los huracanes y tormentas que azotaban los continentes eran cada vez más destructivos. Un investigador les explicó que los huracanes que se formaban en océanos más cálidos mantenían su fuerza incluso después de tocar tierra. “A medida que el mundo se calienta, los huracanes se vuelven más fuertes y llegan más adentro, causando más destrucción.”


A lo largo de su viaje, los amigos encontraron a muchas personas que habían perdido sus hogares. En 2017, descubrieron que 17,2 millones de personas se habían convertido en "refugiados climáticos", obligados a huir por culpa de desastres naturales. Vieron cómo familias enteras abandonaban sus tierras debido a sequías, tormentas y otros fenómenos provocados por el clima cambiante.


Finalmente, llegaron a un mercado de una pequeña aldea, donde un comerciante les habló del "comercio justo". “Nosotros producimos estos bienes de manera sostenible, respetando el medioambiente y a nuestras comunidades. Este es el camino para un mundo más justo”, les explicó con orgullo, mostrando productos locales etiquetados con sellos de certificación ecológica.


El viaje fue largo y agotador, pero también les abrió los ojos. Cuando finalmente regresaron a su hogar, los amigos se reunieron para hablar sobre todo lo que habían aprendido. “La naturaleza nos mostró que todo en este mundo está conectado. No podemos seguir viviendo como si nada estuviera ocurriendo”, dijo Angie.


El grupo decidió que no podían quedarse de brazos cruzados. Sabían que tenían que cambiar sus hábitos: comprar solo lo necesario, reutilizar lo que ya tenían, caminar más y conducir menos. Empezaron a participar en proyectos comunitarios, creando jardines urbanos y promoviendo la economía circular, una en la que todo se recicla, repara y renueva, tal como la naturaleza misma lo hacía.


Con el tiempo, sus acciones comenzaron a tener un impacto. Sus vecinos se unieron, luego su ciudad, y poco a poco más personas se sumaron a su causa. Aprendieron que no se trataba solo de reciclar y consumir menos, sino de rediseñar todo el sistema para que la vida en la Tierra fuera sostenible para todos los seres vivos.


Y así, los amigos descubrieron que el verdadero viaje no era a través del mundo, sino hacia un futuro más verde, en el que cada uno podía hacer su parte para sanar el planeta herido.


The End



Dibujos animados caminando. Pingüino rayado azul y blanco, pájaro amarillo con gorrito, y gato marrón con pijama rayado blanco y rojo

© 2024, TITÁNICA