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Dibujo de erizo humanoide-paraguas

Extravagancias y rarezas: lo que da sabor a la vida

Amigas y amigos Titánicos, la palabra "extravagancia" tiene una etimología fascinante que nos lleva al latín medieval: extravagans, que significa literalmente "andar errante por fuera de los límites". Una definición que invita a imaginar caminos alternativos, rupturas con la monotonía, y personas o hechos que, lejos de lo corriente, trazan su propio curso.


Ser fuera de lo común

La extravagancia abarca aquello que es raro, extraño, desacostumbrado o simplemente original. Es el rasgo de quien se atreve a vestir, actuar o expresarse de manera distinta. Podríamos pensar en artistas excéntricos, inventores adelantados a su tiempo, o viajeros como los stravaganzi de la novela Stravaganza: guardianes del espacio-tiempo y exploradores del universo. Estas figuras personifican el espíritu de lo insólito, siendo nexos entre mundos y dimensiones.


Pero no hace falta ser un personaje literario para ser extravagante. La historia está llena de ejemplos reales, como Salvador Dalí con su bigote retorcido y su comportamiento teatral, o Lady Gaga, cuya vestimenta ha sido tan llamativa como su música. Lo que estos personajes nos enseñan es que las rarezas no solo son una forma de autoexpresión, sino una herramienta para cuestionar lo establecido y abrir nuevas posibilidades creativas.


Las extravagancias cotidianas

A veces, las rarezas se manifiestan en cosas pequeñas y aparentemente triviales: la pasión por coleccionar objetos insólitos, los rituales matutinos que nadie más entiende, o incluso los gustos gastronómicos extraños. Estas "mini-extravagancias" no solo nos definen, sino que nos hacen humanos.


Sin esos detalles únicos que nos hacen especiales, la existencia sería demasiado sosa, como un plato sin especias.


El arte de ser diferente

En el arte, la extravagancia no es solo aceptada, sino a menudo celebrada. Pensemos en el movimiento surrealista, con su inclinación por lo absurdo y lo onírico. O en el cine de directores como Tim Burton, cuyas obras son un homenaje a lo excéntrico. Sin estos toques de extravagancia, el arte sería predecible y monótono.


¿Qué sería de la vida sin rarezas?

La extravagancia nos invita a salir de la norma, a explorar lo desconocido y a abrazar nuestras peculiaridades. No se trata solo de tolerar lo raro, sino de celebrarlo, porque en esas rarezas reside la esencia misma de la creatividad y la libertad.


Como decía el escritor inglés G.K. Chesterton: “El mundo no morirá por falta de maravillas, sino por falta de asombro”. Permitámonos vivir y crear con un poco de extravagancia; después de todo, es lo que da sabor y sentido a la vida.



Pingüino rayado azul y blanco, pájaro amarillo con gorrito, y gato marrón con pijama rayado blanco y rojo

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