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Semáforo urbano, ciudad

La vida en pausa: del estancamiento a la acción creativa

Querida familia Titánica, muchas personas pasan años sintiendo que algo no avanza en sus vidas. Se quedan atrapadas en la espera, como si algún evento mágico fuera a cambiarlo todo: esperando tener más tiempo, esperando sentirse "listos", esperando que las cosas cambien por sí solas. Pero la realidad es que esperar no soluciona nada.


Lo único que realmente transforma la vida es la acción. Decidir que algo ya no nos detendrá, dar el paso que lleva años llamándonos, y concedernos el permiso para crear y evolucionar. La creatividad y el bienestar van de la mano en este proceso, como lo ha demostrado el Colectivo La Polinizadora, donde María García Ibáñez y su comunidad han apostado por el arte como herramienta de transformación.


El poder de tomar acción

El miedo a fracasar, la autoexigencia o la sensación de no ser "suficientes" pueden paralizarnos. Sin embargo, cuando nos damos el permiso de actuar, encontramos que la creatividad es un vehículo poderoso para el bienestar y el autoconocimiento.


El cine independiente, por ejemplo, ha sido un medio de expresión para quienes deciden no esperar más. Obras como THE COOK, premiado cortometraje, o BILLIE: A Revenge Story han sido creadas por personas que, en lugar de esperar el momento "perfecto", tomaron la decisión de hacer, de narrar, de compartir. Porque la creatividad es así: no necesita permisos, solo voluntad.


La trampa de la pasividad

Charles Bukowski lo expresó con su particular crudeza en una de sus reflexiones:

"I was gifted, am gifted. Sometimes I looked at my hands and realized that I could have been a great pianist or something. But what have my hands done? Scratched my balls, written checks, tied shoes, pushed toilet levers, etc. I have wasted my hands. And my mind."


Esta cita nos confronta con la dura realidad de la pasividad. ¿Cuántas veces hemos sentido que tenemos algo valioso dentro de nosotros, pero lo dejamos escapar entre excusas y rutinas? El talento sin acción es solo una posibilidad desperdiciada.


Del arte al bienestar

El arte, en cualquiera de sus formas, es una vía para romper con la inercia y generar cambio interno y externo. Proyectos como los de La Polinizadora buscan precisamente eso: impulsar a las personas a que utilicen la creatividad como una herramienta de autodescubrimiento y bienestar.


No se trata de esperar a ser grandes artistas, sino de permitirnos expresarnos y construir desde lo que somos hoy. Porque en ese acto de creación, nos encontramos con nuestra verdadera capacidad de transformación.


Conclusión: la vida es ahora

Si algo lleva años llamándonos, es hora de escuchar. No importa si no nos sentimos listos. Lo importante es empezar. La acción es lo que nos mueve del estancamiento a la evolución, del miedo a la creación.


No desperdiciemos nuestras manos, ni nuestras mentes. Pongámoslas a trabajar en lo que realmente importa.



Pingüino rayado azul y blanco, pájaro amarillo con gorrito, y gato marrón con pijama rayado blanco y rojo

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