Queridísima familia Titánica, a veces, la vida parece nublarse de tal manera que todo a nuestro alrededor se siente como una interminable oscuridad. En esos momentos, parece que las sombras no solo rodean nuestra vida exterior, sino que también penetran en lo más profundo de nuestro ser. Es fácil caer en la creencia de que la oscuridad es lo único que existe. Pero es precisamente en esos momentos cuando surge una posibilidad transformadora: la oportunidad de convertirte en luz.
Cuando todo parece oscuro, conviértete en tu propia luz
La oscuridad no es eterna. En cualquier situación difícil, hay una chispa de luz dentro de ti, aunque no siempre la percibas. Esa chispa tiene el poder de crecer, de irradiar, y de disipar las sombras. Sin embargo, este proceso no es automático. Requiere paciencia, fe y una acción consciente de tu parte. Confianza, básicamente. Si crees que solo hay oscuridad en tu alrededor y, sobre todo, en tu interior, es el momento de que te creas luz y de que crees luz.
La luz no es algo externo que esperas encontrar, sino una fuerza que puedes generar desde dentro. Sé faro, no aguacero. No permitas que la oscuridad te ahogue como lo haría un aguacero torrencial, sino que, como un faro en la tormenta, irradia una luz firme que guíe tanto a ti como a los demás hacia un camino más claro.
La luz es creación, no espera
Convertirse en luz es un acto de creación. No se trata de esperar pasivamente a que las circunstancias externas cambien o a que alguien venga a iluminar tu camino. Es sobre tomar el control de tu propia vida y encender la chispa dentro de ti, sin importar cuán sombrío sea el paisaje que te rodea. La paciencia será tu mejor aliada en este proceso.
Al principio, puede que solo veas pequeños destellos. Tal vez logres disipar las sombras solo por momentos, pero cada vez esos momentos serán más largos y más brillantes. El poder de la luz radica en su persistencia. Incluso en los días más oscuros, una pequeña llama puede vencer a las sombras más profundas.
Sé la luz que ilumina a los demás
A medida que te conviertes en tu propia luz, notarás algo asombroso: esa luz no solo ilumina tu vida, sino que también se refleja en quienes te rodean. Las personas comenzarán a notar tu energía y tu fuerza, y tu luz despertará la luz en los demás. Las personas reflejarán su luz cuando tú estés cerca, creando un ciclo positivo que multiplicará el brillo en el entorno.
Al convertirte en un faro de luz, estarás brindando a los demás la inspiración y el coraje que necesitan para encender su propia luz. Sé faro, no aguacero. No te conviertas en una fuente de pesimismo o de desesperación que ahogue las esperanzas de los demás. En lugar de eso, sé un guía, alguien que muestra que, incluso en los tiempos más difíciles, es posible encontrar luz y calidez.
La paciencia es clave para disipar las sombras
Crear luz en medio de la oscuridad no es un proceso instantáneo. Las sombras que se han asentado a tu alrededor y en tu interior pueden ser densas, y no desaparecerán de la noche a la mañana. Por eso es importante recordar que la paciencia es fundamental. No te desesperes si los cambios no son inmediatos, si las sombras aún parecen presentes o si caes en momentos de duda.
La luz es un proceso continuo. Cada pequeño avance cuenta, cada paso hacia adelante es una victoria. Con el tiempo, las sombras que una vez parecían inamovibles comenzarán a disiparse, y encontrarás que tu luz es más fuerte, más estable y más expansiva.
Conclusión: elige ser luz, elige ser faro
La oscuridad no tiene por qué definir tu vida. Si crees que solo hay sombras en tu alrededor o en tu interior, recuerda que tienes el poder de ser tu propia luz. Cree en ti mismo como un ser de luz, y con paciencia, verás cómo las sombras se desvanecen y el brillo de tu interior se extiende cada vez más 💛
Al convertirte en luz, no solo transformarás tu vida, sino que también serás un faro para los demás. No seas un aguacero que apaga las esperanzas, sino un faro que guía, inspira y crea un espacio donde la luz puede florecer. Disipa las sombras, poco a poco, paso a paso. Y cuando las personas vean tu luz, sabrán que, al igual que tú, también pueden encontrar la suya.
P.D.: os dejo a mano una playlist buenrollera, ¡en la que no podría faltar Walking on sunshine!
