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Acuarela de olas del mar y cielo nublado

Un viaje hacia la libertad

En el vasto océano de la vida, Alma, una pirata desorientada, navega entre la realidad y los sueños, buscando una tierra firme en la que descansar su ancla. La vida no siempre está a la altura de los sueños; a menudo, las olas de la realidad golpean con dureza, erosionando las esperanzas. Los mundos ideales no existen, las expectativas ostentosas, sí. Pero Alma sabe que el secreto no reside en abandonarse a las aguas, sino en transformar esos sueños en algo concreto, en algo que pueda tocar y sentir bajo sus manos. A pesar de la presión de su entorno, de su deseo de cuidar de los suyos y su búsqueda de estabilidad, Alma se da cuenta de que solo aligerando su carga emocional puede avanzar, despojándose de la obsesión por lo perfecto y abrazando lo imperfecto aunque no siempre le salga una sonrisa.


Alma comprende que la búsqueda incansable de la belleza, como sinónimo de sublimidad, es un camino hacia la perdición si se convierte en fijación. Ha visto la luz en lo más oscuro y ha encontrado atisbos de perfección en lo más desastroso. La vida, como el arte, no se trata de alcanzar lo inmaculado, sino de dejarse llevar por lo orgánico, permitiendo que la corriente la acompañe hacia donde debe estar. En su viaje, descubre que ser novata en el arte puede ser una virtud, un reflejo de la verdadera belleza que reside en lo auténtico y no en lo pulcro. Es en este fluir, en este deconstruirse, donde encuentra su verdadera voz.


El camino de Alma no está exento de dudas. Pero en lugar de permitir que estas se conviertan en redes que la lían, las utiliza como brújulas que la guían. Las dudas, cuando no distraen o bloquean, añaden un valor incalculable al proceso creativo. Con una mentalidad flexible, motivada por la curiosidad, Alma se enfrenta a cada ola con el espíritu de quien no teme equivocarse, sabiendo que cada error es una lección, cada falla, un paso más hacia la creación de algo único y significativo.


Al principio, Alma se apoya en la disciplina como en un mástil firme en medio de una tormenta. Sabe que sin ella, el barco de su vida se desviaría sin rumbo. Pero con el tiempo, entiende que la disciplina, cuando se convierte en una rutina mecánica, puede ser un lastre. Escuchar su cuerpo, dar espacio a sus emociones en lugar de reprimirlas, y reconducir los pensamientos conforman el gran faro. Descubre que la constancia puede tener la forma que ella desee, considerando los pequeños tramos tan importantes como el destino final, y valorando los descansos como la brisa revitalizante que necesitan la obra y el creador, fundiéndose así en una combinación ganadora, adaptada a su propio sistema, a su propio ritmo.


El viaje de Alma está lleno de vaivenes, de momentos de profunda tristeza y de instantes de inmenso amor. Sabe que son estos contrastes los que construyen el arte, que el dolor y el amor, junto con el talento y la naturaleza que nos define, son los ingredientes universales de la belleza. A pesar de su deseo de crear una vida mejor para su tripulación, su verdadero arte nace cuando acepta su propia historia, sus propios claroscuros, y los transforma en luz a través de la música.


Desde pequeña, la música ha sido el refugio de Alma. Aunque no entiende todos sus tecnicismos, sabe que no necesita un diccionario para conectar con ella. La música, como la comida, no se trata de entender, sino de sentir. A través de ella, Alma encuentra un lenguaje sin barreras, un lugar donde puede ser ella misma, sin filtros, sin máscaras. Es en estos momentos, cuando deja de pensar y simplemente siente, que encuentra su verdadera libertad, aquella que ha estado buscando desde que zarpó en este viaje.


La música es el sustento de Alma 💛



Dibujos animados caminando. Pingüino rayado azul y blanco, pájaro amarillo con gorrito, y gato marrón con pijama rayado blanco y rojo

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