Cuando hablamos de enseñar a leer y escribir, a menudo imaginamos un proceso natural, casi automático. Pero para muchos niños —especialmente aquellos con dificultades de aprendizaje— nada en ese proceso ocurre por sí solo.
Uno de los errores más comunes es asumir que, al exponer a los niños al alfabeto o a palabras sueltas, “aprenderán por sí mismos”. En realidad, necesitan que cada letra les sea presentada, explorada y practicada de manera clara, concreta y repetitiva.
¿Qué significa enseñar una letra de forma explícita?
Significa descomponer el aprendizaje en pasos pequeños y guiados. No basta con mostrar la letra, hay que:
- Presentar el sonido que produce, con ejemplos auditivos claros.
- Asociar el sonido con su grafía, usando referencias visuales (como imágenes).
- Guiar la pronunciación y practicarla de forma oral, auditiva y kinestésica.
- Trazar la letra paso a paso, acompañando con verbalizaciones.
- Reconocerla en distintos contextos (inicial, media o final de palabra).
- Aplicarla con sentido, formando sílabas, palabras, frases o incluso juegos.
Esto permite que el niño internalice la letra con profundidad, y no solo de manera visual superficial.
¿Por qué es tan importante en niños con dificultades?
Los niños con dificultades de aprendizaje suelen presentar:
- Déficit en la conciencia fonológica: les cuesta discriminar y manipular sonidos.
- Problemas en la memoria de trabajo: no retienen secuencias complejas sin apoyo.
- Confusión entre letras similares: requieren más tiempo y apoyo multisensorial.
- Desmotivación y frustración: cuando no logran comprender sin una guía clara.
La enseñanza explícita les da estructura, seguridad y claridad. Les permite avanzar paso a paso, construyendo confianza en su propio proceso.
No se trata de avanzar rápido, sino de avanzar con sentido
Una enseñanza explícita no es lenta, es profunda. Lo que se construye así, se consolida mejor y con menos frustración.
Como especialista, he visto cómo niños que “no podían leer”, florecen cuando cada letra se convierte en una aventura significativa: cuando suena, se toca, se nombra, se encuentra, se transforma… y se celebra.
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