Enrique Rodríguez
Enrique fomenta el amor, fuente inagotable de donde brotan las virtudes más sublimes, la perseverancia para alcanzar nuestras metas, y la fe en Cristo para acercarnos a Dios.
Enrique fomenta el amor, fuente inagotable de donde brotan las virtudes más sublimes, la perseverancia para alcanzar nuestras metas, y la fe en Cristo para acercarnos a Dios.