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¿Qué ves en tu esfera?

Un ludi-o [Ser pareja conlleva una gran responsabilidad | El tío Ben]

[Te aviso cuando me encuentre mi editorial y acepte su oferta]


Estoy tomandome mi cafecito, obligatorio para los días cuando desayuno.

(Ya está frío)


Normalmente lo hago con una serie, 20 o 30 mínutos de pausa en lo que cocino, me alimento y limpio. Estos últimos meses la serie que me ha acompañado ha sido The Chosen, la del Yisus.


Hoy, no veo la serie de forma religiosa, prendo la tele a veces y en el Netflix socialista, pues es colectiva la cuenta, los capítulos se quedan a medio terminar por días; hay veces que como junto a mi silencio y no la prendo.


En los minutos que le tocaron al capítulo de hoy, ví una pendejada, una falta de atención o, una atención mal enfocada. Tú también la verás pues es parte del guión. Capítulo 3, Temporada 4.


La escena a la que me refiero es cuando la personificación de Yeshua habla y reta a los Rabinos frente a la Sinagoga, curando a un ciego de nacimiento. El ciego, posterior a su curación, es cuestionado al interior y el rabino en jefe se emputa y reniega del saber que acaba de obtener. Al salir, por enojón, a pelearse con el ahora brujo irreverente de su percepción, se topa con un Jesús listo para enfrentarlo, pues fue su intención hacer que saliera de su palacio aquel ajeno al pueblo. Todo lo relacionado a su puesta en escena es fascinante, los personajes son retratados con extremo cuidado y las actrices y actores para interpretar sus roles usan un método que desconozco, o les resulta natural pues el cast dió en el clavo incluso al hacer un cambio, y su labor es gloriosa.


Durante la escena el conflicto esperado durante las últimas temporadas se empieza a presentar, y la tensión se agrava mientras que el mensaje se agudiza: Jesus no viene en son de paz, sino de discusión. Es tan simple, tan chismeable, un hecho recurrente y frecuente en la conversación, un grito en un día de calma, una vibración comprimiendo su longitud de onda y haciendo de su mensaje uno de veloz transmisión. "Se peló con la autoridad".


Más allá de la eventual consecuencia, la reacción a la acción, o el karma del karma, así como un hecho se agudiza, otro se agrava.


Una muerte, un acto, una imprudencia, un reclamo; todo lo que se queda a decifrar, tal Alan y su Michael contra los cifrados alemanes, configurando los patrones y claves para entender cada actuación, cada cara, cada frecuencia y mensaje, cada aliento perdido o desenlace en la narrativa y desarrollo de cada personaje. Una longitud de onda larga es como una ola en el mar. A veces puede sentir que no estás en ella, cuando en realidad estás envuelta; No dejes que te revuelque, surfea.


Santiago, nombrado así en esta escena, demuestra con fervor el título conferido: es el digno hijo del trueno, y responde en violencia a la muerte presentada. Me gusta verle así pues su esencia se propagó junto al mensaje que fue a dar cuando su maestro fue crucificado y él empezó su apostolado. El personaje, el James Mayor, es aquel que llegó a lo Ibérico a heredarle su caracter al Cid, a Hernán, a la Carmen, al Pedro de Alvarado, e incluso a la Rosalía de nuestro corazón. Uno peleó estando incluso muerto, y se le hizo una canción. Otro usó su fuerza para detener a los Colón, Italiano negociando esclavos con Británicos, la otra se plantó ante el rodeo y se enfrentó a la multitud y pueblo; el vato ofendido del ego, negando a su lider, mató mexicas en reacción a su propio pensar, la noche triste por siempre se fue a recordar. Y, nuestra querida Rosalía, hizo un manifesto en una tesis que se volvió hit mundial.


Destripemos los 15 minutos que ví.


En primer lugar se nos presenta la esencia de la escena: la ceguera.


La ceguera, con todos los aspectos relacionantes a la misma, en polaridades y patrones, se caracteriza por todos los personajes que protagonizan esta escena en distintas percepciones de tiempo, tensión y factores.


¿Quiénes son ciegos?

  • Pues el que era ciego ya no lo fue.

~ Pero su vida lo era, nadie sabía donde vivía.


Es ciego el Santiago, en su enojo. Es ciego el Primi de Capernum, al no ver la consecuencia de su acto, como lider, y de su caos intento de orden. Es ciego Tomás, al conferir la responsabilidad de la cuál tanto presumió; dejó el cuidado de su pareja de vida en María. María vió todo. Ramah estaba ciega de amor y siguió a Tomás sin ver contra qué chocarían. Pedro no pudo ver lo que sucedería, Juan veía al prójimo en la plaza, Simón el zelote observaba a Jesus, y éste huía cuando su intención le hizo ver que algo sucedía.


Todos vieron el hecho y todos eran ciegos a lo que pasaría, a excepción de uno: el espía romano. Él, actor y rol imprescindible, aquel que provee de inteligencia a Pilato, vió que en ese momento un punto de inflexión. Otro, Caius, Gaius, Cayo, fue ciego por decisión y lealtad, se negó a actuar y a arrestar a quien hablaba sobre paz, se cegó con tal de ver lo que acontecería.


Fue ciego el rabino, al no aceptar lo que veían sus ojos.


"Un gran poder conlleva una gran responsabilidad" Lo dijo un hombre cuya misión de vida fue ser pareja, guía, esposo de una María y un rol protector para un infante sin familia.


Ramah, en simil, es en personaje y representación una maravilla.

Tomás sin ella no sería nada, nos lo demuestran desde que nos presentan a la pareja; la palabra que se usa en hebreo para el rol de Dios en nuestra vida, y el que se usa para describir a la pareja de vida, es el mismo: servir.


Servir como una pierna, sin Dios o nuestra amada, estaríamos tal cojos, inútiles e indefensos. ¿Cómo recorres el camino sin caminar?

  • Haciendole accesible.

~ Sin sociedad no hay accesibilidad.


Que responsabilidad tan grande cuidar, proteger y, darle nuestra atención al entorno que puede comprometer la seguridad de nuestro ser, en otro Yo, siendo aquel apoyo divino, invaluable.


Ramah confió, siguió el paso de Tomás. Confió no por ignorante, o por "mujer." Confió desde el amor.

Tomás fue ciego, vió a través de la emoción tal caballo con visión limitada; el temor, la ansiedad, el caos nos limitan al momento de reaccionar. Ramah, le daba paz; Ramah era la experta en negocios, productos, calidad y en observar; Ramah se dedicaba al vino, su familia le cuidaba bien y le proveía; su familia adoptó a Tomás. Tomás quedó de cuidarle. Tomás, lleno de culpa porque 10 minutos antes había dejado a Ramah, se encontraba en un tumulto sin poder proteger. Tomás, en su ceguera, al estar frente al peligro le esquivó y Ramah, en su confianza ciega, murió.


  • ¿Quién falló?

~ Ninguno.

º Las dos personas se equivocaron.


Al final, la historia es una serie.


La importancia de observar la ceguera siendo empatada y enfatizada en distintos roles, y por lo tanto comparada y empatizable, radica en tu acción de hoy.


¿A qué le estás poniendo atención?


¿Qué responsabilidad delegas en tu intento de controlar?


¿Quién quieres que te cuide el frente?


¿Qué te dice tu intuición? ¿Qué te dice tu visión?


¿Sabes ser defensa? El delantero mete goles, el otro evita la posibilidad.


La acción de hoy al ser consciente es riesgosa.


¿Qué conflicto estás pos escalar por reaccionar desde la violencia o el enojar?


¿Qué ceguera estás dispuesta a soportar?


Tal Zelda, con Link y Navi; uno lleva escudo y antorcha, el hada la alerta y pausa, consciencia con atención dada. La princesa en cambio, otorga protección e inteligencia.


Una trifuerza: espiritu, coraje y sabiduría vs poder.


Qué fascinante sería platicar con el ciego hecho vidente, haber estado experimentando un mundo nuevo completo para descubrir ha de ser inspirador. Que interesante ha de haber sido partir el pan con el romano, nuevo y emocionado, lleno de convicción y adrenalina después de decir que No, preguntandole sobre todo lo que conllevó, sintió y pensó. Y, así, que maravilla ir a otro continente y comparar saberes; ante el colapso de dos mundos la posibilidad se ha manifestado, nació la eventualidad; se abrió un portal.


~ Al caer, te elevarás tal Miles.

  • ¿Saltarás?