Hay dos tipos de personas aquellas que siempre tienen las esperanzas de un algo y que para ellos la esperanza nunca se agota. Y a otro lo cual la esperanza se termina o más bien no existe.
La introducción de este libro está dedicada a todas esas personas que siempre encuentran la manera de que su comportamiento, y sabia espera sea contagiosa.
Para que entre todos logremos el estándar de la existencia humana y cristiana.