María Tifoidea: Mary Mallon
Esta es la historia de una mujer, en una época en que la modernidad y el desconocimiento o ignorancia de mucha información importante para la salud pública aún coexistían. Sin embargo, la perspicacia de un investigador pudo ayudar a resolver una serie de brotes que afectaron duramente a la ciudad de Nueva York de aquella época.
Mary Mallon conocida también como “María Tifoidea” nació en septiembre 23 de 1869 en Cookstown en Irlanda cuando aún la población sufría los estragos de la gran hambruna y murió el 11 de noviembre de 1938 en el Bronx, Nueva York. Ella migró a Estados Unidos en 1883 y subsecuentemente se dedicó a trabajar en el servicio doméstico, especialmente como cocinera.
Desde 1900 a 1907 una docena de personas cayeron enfermas con fiebre tifoidea en Nueva York, lo que supuso un gran reto para la época pues como mencioné previamente aún había muchos factores acerca de la transmisión de enfermedades que aún no se conocían. La investigación de la causante de una epidemia de fiebre tifoídica en el Nueva York de la primera década del siglo XX representó una evolución en la comprensión de cómo se transmiten las enfermedades por parte de los portadores asintomáticos.
A las dos semanas de empezar su trabajo como cocinera de una familia adinerada, ocho miembros de la familia enfermaron por fiebre tifoidea. En agosto de 1906 empezó a trabajar en la residencia de un banquero y a finales de aquel mes una de sus hijas sufrió la misma enfermedad y días después otras seis personas, entre miembros de la familia y sirvientes tuvieron que ser hospitalizados.
Lo sorprendente es que esta enfermedad era común en las zonas más pobres de la ciudad pero estos casos empezaron a repetirse en familias acaudaladas por lo que el dueño de una de las propiedades que fue afectada por los brotes ubicada en Long Island decidió contratar a George Soper, un ingeniero civil especializado en instalaciones sanitarias, realmente era un experto en higiene. Este examinó la casa sin encontrar nada que le hiciera sospechar sobre el origen de la enfermedad pero le llamó la atención que la cocinera hubiera dejado el empleo.
En la agencia en la cual le asignaban las familias le proveyeron de información suficiente para caer en cuenta que en los lugares donde había trabajado previamente desde 1901 hasta 1906 habían ocurrido veinte y dos casos de fiebre tifoidea, y además una pequeña había fallecido por ello. Se dio cuenta que el único denominador común era Mary Mallon quien su especialidad era hacer helados con duraznos troceados a mano. Él sospechó de ella, ya que había leído algunos estudios sobre portadores sanos de la bacteria Salmonella spp, en Europa.
Esta bacteria es un microoroganismo que se transmite por contacto fecal oral, entonces las prácticas higiénicas en la elaboración de alimentos es primordial para que se den los brotes además de la sanitización del agua. Este microorganismo provoca en sus víctimas fiebres altas, diarreas y tomando en cuenta que en la época aún no se habían descubierto los antibióticos pues terminaban fatalmente en delirios y la muerte del paciente.
La falta de prácticas de la buena higiene era algo común por lo cual la ciudad ya se había enfrentado a varios brotes. En 1906 se habían detectado 639 muertes ya por fiebre tifoidea en la ciudad, aunque ninguno había sido rastreado.
A los cuatro meses después de comenzar la investigación, él descubrió a Mary trabajando en una casa en Park Avenue. Ella era una mujer bastante sana, no se percibía como si estuviera enferma, en aquel entonces ella tenía 37 años. Cuando Soper se encaró a ella solicitándole muestras de heces y orina para hacer estudios, ella se negó a colaborar y lo amenazó con un tenedor sacándolo de ahí. Posteriormente el ingeniero solicitó la colaboración del Departamento de Sanidad y fue la Dra. S. Josephine Baker para tratar de convencer a Mary de realizarse las pruebas, pero el resultado fue infructuoso. Ella fue la primera mujer en obtener un doctorado en salud pública, esta causa era muy importante para ella ya que su padre había fallecido debido a este mismo microorganismo. Al final la Dra. Baker y cinco agentes policiales obligaron a Mary a ir a un hospital donde dio positivo a Salmonella typhi, la bacteria que estaba ocasionando estos brotes.
Mary fue puesta en cuarentena en una casa en los terrenos del Hospital Riverside, pero ella estaba segura de que no era quien estaba transmitiendo la enfermedad ya que no tenía ningún síntoma, se cree que realmente ella nunca logró comprender lo que significaba ser un portador sano.
En el año 1909 el diario New York American sacó un artículo acerca de ella y la apodó como “Typhoid Mary” popularizándose su historia, en 1909 demandó al Departamento de Sanidad de la ciudad de Nueva York y el casó llegó hasta el Tribunal Supremo. Este hecho hizo que se empezaran los primeros debates acerca de la autonomía individual y la responsabilidad del estado ante una crisis de salud pública.
En el juzgado el abogado de Mary argumentó la encarcelación de Mary sin garantías procesales, pero el tribunal se negó a liberarla indicando que deben proteger a la comunidad contra la reaparición de la enfermedad, aunque posteriormente el comisario la liberó a principios del año siguiente con la condición de que no volviera a cocinar.
Mary realmente no estaba convencida acerca de la situación en la que se encontraba y volvió a cocinar en un hotel además de un restaurante en Brodway, un balneario y finalmente una pensión. En la maternidad Sloane en 1915 se dio nuevamente otro brote que afectó a veinte y cinco personas y fallecieron dos por lo que volvieron a llamar al Ingeniero Soper. Él descubrió que la persona encargada de la cocina era Mary bajo el nombre de la Señora Brown. Después de esto ella fue recluida durante veinte y cinco años más a permanecer en aislamiento y preparar en un laboratorio pruebas médicas, al final murió debido a un accidente cerebrovascular.
Comentarios ()