
María de Limonar
Cuando Maria Gowen Brooks (1794-1845) llega a la isla de Cuba en 1823, no es una viajera, sino una residente que transforma el cafetal en ámbito de la poesía. Quiso mirar más allá de lo aparente. Casi desconocida en el mundo hispano, María de Occidente, como se llamó a sí misma, reivindicó en Idomen; or, The Vale o Yumuri, (Nueva York, 1843), paisajes, perfumes y personajes de La Habana y Matanzas, integrados muy temprano a la imagen lejana y exótica que los norteamericanos se hicieron de la isla. Boudet parte de la historia real y sus escasos datos biográficos para recrear la temporada cubana de María en una plantación, en la región de Guacamaro, en Matanzas, en una época marcada por la esclavitud, e ilumina otros personajes y hechos de su entorno. La vida de Gowen Brooks, en viaje azaroso e íntimo, se mezcla con la invención.